Las Fiestas del Cristo de la Viga, declaradas de Interés Turístico Regional, se celebran del 22 de abril al 2 de mayo y están organizados por la Cofradía del Santísimo Cristo de la Viga.
Este día 1 de mayo ha empezado a las 8 de la mañana con la tradicional reseña con el tambor y la dulzaina, que ha comenzado en la casa del Capitán y ha visitado las casas de los cofrades del Cristo.
Más tarde se han recogido al Capitán, Abanderado y Sargento Mayor, oficiales de los tres oficios. La comitiva del Cristo se ha dirigido a la Plaza de España donde se ha dado la bandera, antes de celebración de la Función Solemne en honor al Santísimo Cristo de la Viga.
La Glorieta del Prado ha vuelto a ser escenario por la mañana de la Danza completa y del homenaje a los Danzantes mayores.
Ya por la tarde, después de recibir a los oficiales de los tres oficios, la comitiva del Cristo de la Viga ha hecho el juramento de oficios ante la imagen pequeña del Cristo de la Viga.
La solemne procesión ha empezado en la Iglesia de la Asunción y ha hecho el recorrido habitual. En la Plaza del Santísimo, y delante de la imagen del Cristo, se ha hecho el cambio de oficios y en la Plaza de España se ha obsequiado a las autoridades con un «paloteo» con la danza «La Marcha Real» a modo de despedida.
La Banda Municipal de Música ha amenizado todos los actos y tras la procesión se han ejecutado las últimas danzas en las casas de varios particulares.
500 AÑOS DE TRADICIÓN
José Antonio Sesmero es el Mariscal de la Cofradía del Cristo de la Viga. A manchainformacion.com ha contado que «se trata de una tradición de más de 500 años», si bien en el año 1994 se celebró el tercer centenario del reconocimiento por parte de la Diócesis. «Pero hay indicios de que cuando Felipe II concedió el nombramiento de la Villa de Villacañas, ya se veneraba al Cristo de la Viga como ahora con la Orden de San Juan de Jerusalén».
Sesmero ha explicado que «la significación» de los danzantes proviene de un grupo de villacañeros que iban en un barco, poco después del descubrimiento de América. El capitán les dijo a todos que se encomendaran al Santo de su devoción, porque el barco iba a la deriva, y «la leyenda dice que se presentó en la Viga el Santísimo Cristo, rodeado de ocho de danzantes, y de ahí viene la tradición».
Las insignias, que son los cargos de los actuales miembros de la Cofradía, son sargento, abanderado, capitán y mariscal de la Orden de San Juan, orden religiosa-militar y por eso se mantienen los cargos.





































































