


El pueblo de Quintanar de la Orden ha demostrado, una vez más, la devoción que siente hacia sus patronos, la Virgen de la Piedad y el Cristo de Gracia, con uno de los actos religiosos más entrañables, tradicionales y vistosos que se celebran en torno a la imagen de la patrona. Se trata de la fiesta de la Subida de la Virgen que cada año se celebra coincidiendo con la festividad de Pentecostés.
Los actos dieron comienzo la noche del sábado, 3 de junio, con la celebración del traslado de la imagen de la patrona desde su ermita de intramuros hasta la Iglesia Parroquial acompañada de los miembros de la Mayordomía al completo, autoridades locales, civiles y religiosas, así como la Reina y Damas de las Fiestas y numerosos vecinos y vecinas de la localidad.
Posteriormente, los actos se trasladaban al entorno de la ermita de extramuros donde tenía lugar una popular verbena que estuvo amenizada con música y que concluyó con una gran chocolatada para los asistentes.
El día grande para la localidad era ayer domingo, 4 de junio. Las calles se engalanaban y los quintanareños y quintanareñas se preparaban para venerar la Virgen de la Piedad. Desde primera hora de la mañana, la Banda Sinfónica Municipal dirigida por Sebastián Heras entonaba las primeras notas musicales en honor a la patrona.
Como marca la tradición, cada una de las tres fiestas que se celebran en honor a los patronos, tiene una Mayordomo Mayor, protagonista de la fiesta. En esta ocasión, la quintanareña Sara Escudero Cordones ha presidido todos los actos celebrados con motivo de esta festividad, acompañada y arropada por el resto de Mayordomos, Servidores y Camareras.
La Mayordoma Mayor recibía en su casa a la Banda Sinfónica Municipal que la acompañaba en pasacalles hasta el Ayuntamiento donde era recibida por el alcalde, Juan Carlos Navalón y los concejales de la Corporación Municipal.
Desde las Puertas del Ayuntamiento, la comitiva se trasladó hacia el Templo Parroquial que se encontraba a rebosar para celebrar la Eucaristía que estuvo a cargo del párroco de Dosbarrios, Jesús Guzmán Pedraza y amenizada por el coro “San Cosme y San Damián”.
Antes de iniciarse la celebración eucarística, la Mayordoma, Sara Escudero se dirigió a los presentes para manifestar su alegría al ostentar este cargo. Tuvo palabras de elogio para la patrona, la Virgen de la Piedad, por la que dijo sentir gran devoción y la que ha sido, junto con su familia, su apoyo en los momentos más difíciles de su vida.
Ya por la tarde tenía lugar la esperada procesión con la imagen de la patrona portada en andas, a diferencia con la procesión de agosto que la patrona procesiona en carroza. Como es característico, abrían la procesión los niños y niñas que han recibido este año la Primera Comunión. Después, Sara Escudero, precedía a la imagen de la Virgen que recorrió las calles de la localidad bajo la atenta mirada de cientos de vecinos y vecinas de la población. Cabe señalar que este año se ha recuperado la tradición de celebrar la procesión en un solo día, el Domingo de Pentecostés, como se venía haciendo todo la vida hasta hace unos años que se decidió hacer la procesión en dos días para que no fuera tan larga.
Por último, tras la imagen de la Virgen, que lucía el Manto del Cólera, iban las autoridades religiosas y el alcalde junto con concejales de la Corporación Municipal, cerrando la procesión la Banda Sinfónica Municipal.
Precisamente el primer edil quintanareño, resaltaba el hecho de recuperar tradiciones en el municipio. “El pueblo ha querido volver a la tradición y en este sentido, el pueblo es soberano”. Navalón aseveraba que la Fiesta de la Subida es una de las más importantes de la tradición quintanareña en la que se vuelca todo el pueblo con todos y cada uno de los actos lúdicos y religiosos. Asimismo, Navalón destacaba que se trata de una atípica procesión en la que la Virgen es portada en andas y en la que se recorren casi la mitad de las ermitas del municipio, discurriendo además por barrios muy populares como el Toledillo. “Es una procesión abierta a toda la población recorriendo zonas muy tradicionales y populares”.
Finalmente, tras más de 4 horas de procesión, la imagen de la Virgen de la Piedad entraba de nuevo en su ermita donde permanecerá hasta el próximo mes de agosto, cuando se celebran en la localidad las fiestas patronales y la imagen es trasladada de nuevo a la Parroquia.