Cargando...El concejal de Hacienda, Jesús David Sánchez de Pablo, ha denunciado este miércoles un nuevo impago de la Junta de Comunidades al Ayuntamiento de Daimiel que «agrava aún más la liquidez de las arcas municipales». Sánchez de Pablo ha explicado que el Gobierno regional todavía no ha transferido cantidad alguna de la financiación del Plan Extraordinario de Empleo que está en marcha.
«Algo más de 220.000 euros» que debería haber abonado a finales del pasado mes de junio, en el momento en el que «las administraciones locales comuniquen el inicio de obra» de los proyectos subvencionables, tal y como recoge la resolución de la convocatoria.
El Ayuntamiento de Daimiel notificó el inicio del primer proyecto el 19 de junio, y «como no obteníamos respuesta» se insistió hasta conseguirla el 29 de junio. Desde ese día, la Junta de Comunidades adeuda la cantidad mencionada anteriormente, que supone el 75% de su aportación total al Plan de Extraordinario de Empleo.
Debido a ello, y ante la cercanía del final de mes, el ayuntamiento tendrá que adelantar el dinero de los 60 nóminas de julio de estos trabajadores, «unos 66.000 euros». «La situación se acerca a insostenible» porque este nuevo impago se une al de los convenios sociales y eleva «a más de 1 millón de euros» el dinero que la Junta debe al consistorio en estos momentos.
Tras dejar claro que «el ayuntamiento va a seguir acogiéndose a todo lo que pueda beneficiar a los vecinos de Daimiel en materia de empleo», Sánchez de Pablo pedía «más responsabilidad» al Gobierno regional y que «cumpla con sus propias resoluciones». Y «si no puede hacerlo, que se limite a convocar a aquello que pueda pagar», añadía.
Para el concejal de Hacienda es inaceptable que «la Junta, en lugar de colaborar, asfixie a los ayuntamientos», más aún cuando «estamos prestando competencias que son suyas, como pasa con los servicios sociales». «¿Hasta cuándo va a seguir la Junta tensando la cuerda con los ayuntamientos?», se preguntaba.
Así las cosas, Sánchez de Pablo ha señalado que, si estos ingresos no se producen, se mantendrá «la asfixia económica» del ayuntamiento. Una situación que repercute en «los trabajadores municipales, por el riesgo continuo del posible impago de sus nóminas, y en los proveedores que ven como se amplía su periodo de cobro».
