Cargando...Posiblemente la plaza de toros de Alcázar de San Juan haya vivido una de sus tardes más “alocadas” de su hasta ahora larga vida taurina. Si para ver a las actuales figuras del toreo tiene que “tragar” con todo lo que se imponga desde el sistema taurino actual, no hay nada que objetar; pero no es normal que nos quieran imponer unas condiciones que hasta la fecha no habían ocurrido antes.
No es normal que el festejo se anunciara como algo extraordinario, como en parte lo era al reunir a tres toreros de los denominados figuras, olvidando desde el primer momento el factor más importante que tiene que regir en un festejo taurino, que no es otro que el toro.
Los tres matadores se traían sus toros debajo del brazo, por lo que el sorteo ya estaba hecho de antemano y casi el reconocimiento veterinario, ya que es lógico que la corrida iba a ser muy desigual de presentación en cuanto a su morfología, pero en cuanto a sus astas, la comodidad ha sido exagerada. Comodidad al máximo nivel, lógico, si yo me traigo los toros no me voy a traer algo que de entrada me incomode. Y ahí posiblemente el equipo veterinario sí que tenga algo que decir.
Dicho esto, el papelón de la Presidencia y el Equipo Gubernativo era complicado, y eso que se levantó acta de que los matadores se negaban a sortear a las 12 del mediodía como dice el reglamento; llegando al culmen cuando han tenido que indultar a “Bodeguero” de Torrealta, al que suponemos que al señor ganadero le valdrá bien poco para padrear, sobre todo porque a la mitad de faena se rajó y si no es por la pericia de Perera, el toro hubiera sido un buen toro por su nobleza y acometividad, pero no llegando a alcanzar en ningún momento el premio del indulto, pero el público es soberano y así lo solicitó, voz en grito, con la ayuda de su matador, que al final de su largo trasteo, con pases de todas las marcas y primando el “ojedismo”, llegó fuertemente a los tendidos. Le entregaron dos orejas y un rabo simbólicos.
En el segundo, Perera también cortó otras dos orejas, en una faena muy templada y en la que la emoción la puso el diestro por la poca vida de su oponente.
Julián López “El Juli”, dentro de lo visto, se trajo dos toros de Daniel Ruiz, de algo más de presencia y que sí que sacaron más fondo para aguantar sus trasteos dominadores y de mano muy baja. En sus dos faenas anduvo a “gorrazos y sobrado” como se suele decir en el argot, apretándoles con ambas manos hasta que los exprimió. Mató rápido a ambos y le concedieron en el primero de la tarde dos orejas, la segunda más que generosa, y otra oreja con aviso en el cuarto.
Y cerraba cartel Alejandro Talavante, del que no podemos decir que no tuvo suerte con su lote y sí que no estuvo muy atinado en la elección de sus toros de Fermín Bohórquez, ya que ambos fueron un dechado de mansedumbre, ayunos totales de casta y raza y que no le propiciaron estar en ningún momento a gusto ni con el capote, ni con la muleta, ni con la espada, lo que enfadó enormemente al público, sobre todo en el último. Eso sí, ambos fueron muy igualados en su presentación, sobre todo en los pitones, más que cornicortos y astigordos.
FICHA DEL FESTEJO
Domingo 3 de septiembre de 2017. Plaza de toros de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), corrida de feria. Casi tres cuartas partes de plaza cubierta, con tiempo agradable.
Toros de Daniel Ruiz (1º y 4º), Torrealta (2º y 5º indultado) y Fermín Bohórquez (3º y 6º).
El Juli (azul marino y plata): estocada entera, dos orejas; pinchazo y entera trasera, aviso y oreja.
Miguel Ángel Perera (carmesí y oro): entera trasera, dos orejas; y dos orejas y rabo simbólicos, acompañado en la vuelta al ruedo de la hija del ganadero, Borja Prado, también presente en una barrera.
Alejandro Talavante (grana y oro): pinchazo y estocada, aviso y silencio; cuatro pinchazos y estocada trasera, pitos.
Al final del festejo salieron en hombros por la Puerta Grande El Juli y Perera.
Incidencias: en las inmediaciones de la plaza se concentraron un grupo de antitaurinos pidiendo la abolición de las corridas de toros al comienzo del festejo.
