En la actualidad, se encuentra en prisión el hermano del marido de la víctima desde noviembre de ese año tras haber declarado ser el autor del crimen. Hasta ese momento, el que estuvo en prisión fue el marido de la víctima, que se creía era el autor de los hechos.
Ahora, y a la espera de que el Juzgado de Quintanar de la Orden finalice la instrucción del caso, toda la documentación que investiga el asesinato pasará a manos de la Audiencia Provincial de Toledo. A partir de este momento será ésta la que se encargue de poner en marcha el juicio y emitir un veredicto al respecto.
ASESINADA EL 11 DE ENERO DE 2016, CUANDO ESTE JUEVES SE CUMPLEN DOS AÑOS
Isabelana Cebrián fue asesinada el 11 de enero de 2016 en la localidad toledana de Quintanar de la Orden. Su marido encontró el cuerpo sin vida al llegar del trabajo, en torno a las siete y media de la tarde. Fue detenido a las pocas horas hasta octubre de 2016, cuando abonó una fianza. Un mes después, el detenido fue su hermano, que confesó haber sido el autor de los hechos. Entonces se le imputó como presunto autor de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, pues la mujer recibió hasta treinta puñaladas.
Isabel Laureana Cebrián había sido concejala del Partido Popular entre 1999 y 2003 y ejercía como catequista en la Parroquia del municipio toledano.
EL DESARROLLO DE LOS HECHOS ANTE LA DETENCIÓN DEL HERMANO DEL MARIDO
Javier Carrión, el marido de la mujer que encontraron asesinada en su domicilio en Quintanar de la Orden (Toledo) el 11 de enero de 2016, fue puesto en libertad bajo fianza tras comprobar que el ADN del arma con la que se cometió el crimen no coincidía con el suyo. Diez meses tardó en llegar esta prueba, «un martirio para Javier haber estado tanto tiempo en prisión, siendo inocente», explicó en aquel momento para manchainformacion.com el portavoz de la familia y amigos.
El entorno más cercano de Javier Carrión se sintió entonces «dolido» con las declaraciones del fiscal en las que decía que el hecho de que el ADN no coincidiese con el de Javier «no significa que sea inocente». Desde un primer momento la familia y amigos «estábamos convencidos de su inocencia» y a pesar de ello, «la única línea de investigación de la Fiscalía era buscar la culpabilidad de Javier», a pesar de que «prueba tras prueba se ha ido demostrando su inocencia». Por eso solicitaron el sobreseimiento, ya que veían «definitiva la prueba del ADN, porque el ADN encontrado en el cuchillo, que es el ADN del asesino, no es el ADN de Javier».
A pesar de que al principio tanto las familias de Isabel Laureana como la de su marido, y sus amigos «estaban seguros de la inocencia de Javier», pero «por desgracia diez meses después ha habido divisiones», señaló en aquel momento a Manchainformación el portavoz de la familia, que atribuyó esta circunstancia a que «tanto tiempo en prisión ha generado dudas a la familia de Isabelana y una parte de los amigos».