Cargando...Enrique Ponce y Morenito de Aranda han abandonado la plaza de toros de Alcázar de San Juan a hombros por la Puerta Grande tras cortar dos orejas cada uno, mientras que Morante de la Puebla se iba por la de cuadrillas entre una gran ovación, en una tarde de buen toreo de los tres espadas pero que se ha quedado sin rematar ante la falta de fuerzas de los toros de “Las Monjas”, 3º y 6º inválidos.
Una lástima que los toros de la ganadería de “Las Monjas” hayan salido tan ayunos de fuerza, porque la tarde hubiera sido para salir toreando de la plaza, ya que los tres toreros eran de los que saben torear y llevan al público ilusionado con presenciar una gran tarde de toros.
Pero alguno de los animales no podían ni con el rabo, caso del 3º y el 6º, unos inválidos declarados en los que la Presidencia no estaba por la labor de devolverlos al corral, como pasó en el 3º. Menos mal que al 6º sí lo echaron al corral, sobre todo porque la manifiesta inutilidad para la lidia era tan evidente como la presión del público y eso que ya fue devuelto en el tercio de banderillas.
Hasta el ganadero Manuel Bajo abandonaba la plaza contrariado y confirmó a manchainformacion.com que ha pedido al delegado gubernativo que de indicaciones a los veterinarios para analizar muestras de sangre, “porque esta flojera no es normal, los toros que hemos lidiado hasta la fecha han dado un buen juego y algo ha tenido que pasarles a los animales”.
Aun con estos mimbres hemos visto cosas muy interesantes, porque en la segunda parte de la corrida los toros han tenido algo más de fortaleza y ha seguido imperando la tónica dominante de una nobleza enclasada con la que los espadas han estado dando fiesta cada uno por su palo.
Enrique Ponce, torero queridísimo en esta plaza y con muchos partidarios, ha hecho una labor de enfermero en el primero, mientras que al cuarto lo ha toreado a placer con su clásica tauromaquia, dejando una faena de tanta estética como temple, con pases por ambas manos que pusieron al público en pie. El final con sus clásicas poncinas y los tres en uno, desataron la locura. Mató de una estocada recibiendo y le pidieron con mucha fuerza las dos orejas; que la Presidencia concedió, no accediendo, con muy buen criterio, a la concesión del rabo que pedía de forma insistente y esperpéntica su banderillero Jaime Padilla.
Morante de la Puebla también hizo llegar a seguidores hasta Alcázar de San Juan. Lo del “morantismo” es casi una religión. La ilusión que despierta en todos las plazas que se anuncia se palpa nada más llegar a los patios de cuadrillas, y si el torero además está dispuesto y queriendo, se forma la conjunción perfecta. Su toreo es otra cosa, no es pegar pases, es desempolvar las tauromaquias antiguas de los grandes toreros sobre todo sevillanos, Martín Vázquez, Gallito, Belmonte, Pepe Luis…, y eso, aunque no seas un erudito, al final llega al tendido. Como pasó en el 5º hasta que el toro se diluyó como un azucarillo, pero dejó muletazos llenos de sabor añejo y torería. Dio una vuelta al ruedo por aclamación.
Y el tapado de la terna tampoco se quiso quedar atrás. Morenito de Aranda, que debutaba en Alcázar, siempre quiso corresponder y toreó encajado y con un concepto también clásico. Manejó bien el capote recibiendo a sus tres toros, incluyendo el devuelto, toreando bien a la verónica. Teniendo más opciones en la faena de muleta del 6º bis, donde tanta era su ansia por alcanzar el lucimiento que algunas veces abusaba del toro y salían los pases tropezados. Aun así, dio la cara y pegó varias series con la derecha, ligando en redondo, muy relajado y cerrando todo con grandes pases de pecho. Remató de una gran estocada y cortó dos orejas.
FICHA DEL FESTEJO
Domingo 2 de septiembre de 2018. Plaza de toros de Alcázar de San Juan. Corrida de la feria y fiestas. Calor y menos de dos tercios de entrada.
Toros de “Las Monjas”, desiguales de presentación, muy nobles y de muy pocas fuerzas. 3º y 6º inválidos para la lidia, siendo devuelto este último por otro de la misma ganadería que estuvo en el mismo son de sus hermanos de camada.
Enrique Ponce (celeste y oro). Estocada (silencio). Estocada recibiendo (dos orejas).
Morante de la Puebla (nazareno y oro). Pinchazo y casi entera tendida (ovación). Pinchazo, estocada casi entera desprendida, puntillazo del propio diestro cuando el toro aún estaba de pie y un descabello (ovación, saludos y vuelta al ruedo).
Morenito de Aranda (burdeos y azabache) que debutaba en esta plaza. Dos pinchazos y tres descabellos (silencio). Gran estocada (dos orejas).
Se desmonteraron tras banderillear al 6º Andrés Revuelta y Pascual Mellinas.
Al final del festejo salieron en hombros por la Puerta Grande Ponce y Morenito.
