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Posiblemente sea Villaseca de la Sagra el lugar de Castilla-La Mancha donde más se cuida el tema “toros” en las fiestas, si no contamos a la feria de Albacete que ese fenómeno también es un caso aparte. Pero el caso es que una localidad con menos de 2.000 habitantes tenga un ciclo continuado de cinco novilladas con picadores y que por allí desfilen, y hallan desfilado, todo lo mejor y más prometedor del escalafón novilleril es un asunto de una importancia extraordinaria y más teniendo en cuenta el estado de incertidumbre que atraviesa la fiesta de los toros.
Villaseca de la Sagra es el claro ejemplo de autogestión en la organización de las fiestas, donde igual que se apuesta por tener un nivel alto de actividades lúdicas, deportivas e incluso religiosas, no se deja al azar o a los intereses de los empresarios al uso la organización de los espectáculos taurinos. Y así es el propio Ayuntamiento, con su alcalde Jesús Hijosa y el concejal Enrique de la Rosa a la cabeza, quienes se encargan en primera persona y respaldados con una Comisión Taurina, de organizar y tener controlado hasta el mínimo detalle en la confección de la feria taurina de novilladas “Alfarero de Oro”, que este año alcanzaba la edición número XIX, y que ha sido un total éxito, llegando el punto álgido el pasado domingo cuando colgaron el “no hay billetes” en las taquillas.
Y por lo que respecta a lo acontecido ayer lunes, lo sucedido tuvo una emoción como pocas veces hemos vivido en una plaza de toros. Al ruedo villasecano saltaron seis novillos de “Monteviejo”, imponentes de presentación y de un juego encastadísimo, que pusieron a prueba a tres chavales y que habría puesto a cavilar a más de uno de los del escalafón superior.
En el tendido, ocupado por casi 2/3 de entrada, nadie se aburrió y se valoró en todo momento la disposición de Alejandro Fermín, Juan Carlos Carballo y de Aquilino Girón, que no volvieron la cara en ningún momento y que asumieron el reto que implica esta difícil profesión, a sabiendas de que podían salir maltrechos en el envite, como le pasó a Girón en el quite al quinto al pisar terrenos muy comprometidos, salir volando por los aires y caer de muy mala manera con la sensación de que podría llevar una lesión importante ante su inmovilidad con la que quedó en el ruedo siendo trasladado rápidamente a la enfermería de donde salió a matar el sexto de la tarde y dando una lección de hombría torera.
Festejos como el de ayer son los que muestran la realidad de este espectáculo, ponen las cosas en su sitio y sobre todo devuelven al aficionado la razón de ser aficionado a un arte inigualable en el que un hombre se juega la vida ante un toro con la única función de crear un arte único en el mundo en una sociedad en la que cada vez todo es más homogéneo, global y light…; para emociones fuertes los de Monteviejo con tres toreros, Fermín, Carballo y Girón…
FICHA DEL FESTEJO
Lunes 10 de septiembre de 2018. Plaza de toros de Villaseca de la Sagra. 5ª y última novillada del XIX Certamen de Novilladas “Alfarero de Oro”. Menos de 2/3 de entrada con temperatura veraniega.
Novillos de “Monteviejo”, encaste Vega-Villar propiedad de Victorino Martín, muy bien presentados, algunos con trapío de toros, de distintos pelajes, muy encastados y con poder. El 2º y el 6º recibieron tres puyazos empujando con los riñones.
Alejandro Fermín (azul pavo y oro). Estocada (saludos desde el tercio). Casi entera trasera y caída (petición de oreja y ovación).
Juan Carlos Carballo (blanco y oro con cabos negros). Pinchazo, estocada perpendicular y estocada caída y trasera (aviso y saludos desde el tercio). Cuatro pinchazos y estocada (saludos desde el tercio).
Aquilino Girón (blanco y plata). Tres pinchazos y estocada (aviso y saludos desde el tercio). Gran estocada (oreja).
El picador Francisco José Ortiz fue ovacionado tras picar al sexto de la tarde.
En el quinto pasó a la enfermería Aquilino Girón tras resultar volteado en el tercio de quites.
La terna fue despedida con una gran ovación cuando abandonaban el ruedo.
