“Reconocer el papel decisivo de las mujeres en el desarrollo, la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza”. Con este objetivo, Naciones Unidas establecía en diciembre de 2007 la declaración del Día Internacional de las Mujeres Rurales, celebrándose como tal y por primera vez el 15 de octubre del siguiente año.
Once años después se sigue conmemorando esta efeméride con reivindicaciones que siguen estando sobre la mesa a pesar de haber dado pasos de gigantes en torno a la aprobación de leyes que regulan los principios de igualdad de trato y de oportunidades de mujeres y hombres, especialmente en el medio rural.
De acuerdo a los datos aportados por Naciones Unidas, las mujeres rurales representan más de un tercio de la población mundial y el 43% de la mano de obra agrícola. Un porcentaje muy elevado que por otro lado difiere con las condiciones sociales y económicas a las que se enfrentan.
En España son más de seis millones las mujeres que viven en el medio rural. Mujeres emprendedoras que son garantía de la sostenibilidad económica y social de muchos pueblos de la geografía nacional. Sin embargo, su papel vuelve a quedar en entredicho en cuestiones relativas a salarios, peso en consejos de dirección, con sólo un 15% de mujeres en puestos directivos, o en el acceso a ayudas y servicios…
Una brecha que desde las distintas administraciones, organismos y asociaciones tratan de erradicar a través de la aprobación de normas y leyes que regulen esa igualdad real, como es el caso del Proyecto de Ley del Estatuto de las Mujeres Rurales de Castilla-La Mancha, cuya prioridad, tal y como destaca el texto, es “la mejora de las oportunidades de vida para las mujeres en tanto que son agentes clave para la vertebración y la cohesión social del medio rural”. Una cuestión ahora sobre la mesa en cuanto al problema de la despoblación de muchos de los pueblos de la región y del resto de España.
Un problema de plena actualidad sobre el que también han alzado su voz mujeres y hombres que día a día y desde su profesión, bien en política, en asociaciones, empresas o cooperativas, trabajan para hacer efectiva la igualdad real y el reconocimiento que la mujer tiene el medio rural.
José Manuel Caballero, presidente de la Diputación de Ciudad Real, destaca “el papel vertebrador de las mujeres como garante vivo de la vida de nuestros pueblos, valga la redundancia. Si se paran las mujeres, se para el mundo. Pero es que si se paran las mujeres rurales; nuestros pueblos no es que se paren, es que desaparecen. La figura de las mujeres es garantía de vida en los pueblos. Se unen además en este caso dos reivindicaciones que están hoy en día muy presentes en la actualidad informativa y social como son el feminismo y la lucha contra la despoblación y el despoblamiento.
Por eso, este es el momento perfecto para reivindicar el reconocimiento que la sociedad les debe a las mujeres rurales, a esas mujeres que han sacado adelante nuestros pueblos con dedicación y con muchas dificultades, a esas mujeres con las que todos y todas hemos crecido y que han dado y siguen dando toda su vida sin esperar nada a cambio. Esas mujeres son una pieza fundamental, a la vez que invisible, en el progreso que estamos viviendo en nuestro país”.
Otros políticos como el secretario de organización del PSOE en Ciudad, José Manuel Bolaños, manifiesta que “el papel de la mujer rural es fundamental e imprescindible. Tenemos que reivindicar la igualdad de oportunidades, de promoción profesional y de salario. La mujer en el territorio es la garantía desarrollo sostenible. Garantiza claramente el desarrollo cultural, social y familiar. Aspectos que promueven la permanencia de la población. Sólo si garantizamos el desarrollo pleno en igualdad de condiciones de la mujer seremos capaces de contemplar el verdadero papel de la mujer en el ámbito rural”.
También políticas y mujeres al frente de asociaciones como AFAMMER o AMFAR, Carmen Quintanilla y Lola Merino respectivamente, la alcaldesa de la localidad ciudadrealeña de Alcázar de San Juan, Rosa Melchor, empresarias como Pilar Huertas, gerente de Grupo Travesa, trabajadoras como Mª José Pérez, técnico de Cooperativa Nuestra Señora de Criptana – Bodegas Símbolo, o el presidente el Partido Popular en la región, Paco Núñez, alzan su voz y ponen negro sobre blanco el papel que las mujeres desempeñan en el medio rural.
Para la presidenta nacional de AFAMMER, Carmen Quintanilla, la conmemoración de este 15 de octubre “supone un momento de unión, en el que todas juntas alzamos la voz y reclamamos a la sociedad la incorporación de la mujer rural en igualdad de oportunidades. Si no contamos con las mujeres no habrá futuro en nuestros pueblos. Por tanto, si queremos que nuestros pueblos sobrevivan es necesario acabar con las desigualdades que hoy en día aún sufren nuestras mujeres en el ámbito laboral, social y personal. Las mujeres rurales somos la fuerza que mantiene a nuestros pueblos”, añade.
Mª José Perez, técnico de Cooperativa Ntra. Sra. de Criptana, afirma que “en la actualidad la visión del ámbito rural ha cambiado para mejor, ya no se percibe como un territorio en el que escasean recursos y servicios básicos, y en esto la mujer ha jugado y juega un papel muy importante, con su permanencia y como pilar principal de la familia ha evitado que las zonas rurales sufrieran un despoblamiento masivo que podría haber sido irreversible, acarreando una pérdida de valores sociales, costumbres, folklore… que son riqueza cultural y que forman parte de nuestra identidad. Además la mujer, no sólo ha contribuido en el desarrollo de las zonas rurales como pilar fundamental de la familia, si no que se ha formado y ha sido en muchos casos emprendedora de negocios ofertando productos y servicios que no existían nacidos de ideas frescas, vitales, sensibles…en definitiva creando un entorno más atractivo”.
En esta misma línea se manifiesta la alcaldesa de Alcázar de San Juan, Rosa Melchor, quien destaca que “la mujer alcazareña ha sido siempre una avanzada a su tiempo, ya que esta localidad ha sido siempre una ciudad dinámica, vanguardista y pionera en muchos aspectos. No obstante, hasta ahora nunca una mujer había estado al frente de la Alcaldía. “Para mí es un privilegio, no como orgullo personal, sino porque de forma simbólica en mi están representadas todas las mujeres que, durante años, hemos tenido mayores dificultades para acceder a puestos de responsabilidad”. En cuanto a la situación actual de las mujeres en Alcázar –a pesar de tratarse de una ciudad con una amplia extensión de cultivos, especialmente la vid y poder considerarse como un enclave rural- “considero que somos mujeres más urbanitas que rurales. La sociedad alcazareña ha sido capaz de avanzar siempre unos pasos por delante; ofreciendo igualdad de oportunidades educativas, sociales y laborales para hombres y mujeres, sacando a las alcazareñas del mundo rural hace décadas”
Por su parte, la presidenta de la Federación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural (Amfar), Lola Merino, también asegura que “las mujeres rurales son la pieza angular para devolver la vida y la prosperidad al noventa por ciento del territorio español porque son las garantes del futuro de los municipios rurales, un futuro que depende del lugar que ocupemos en el presente. Cabe destacar que actualmente se enfrentan a distintos retos que condicionan su día a día, como son el paro y la falta de independencia económica. Por desgracia, se sigue cuestionando que una mujer quiera ponerse al frente de su explotación agrícola o ganadera, tan solo por el hecho de ser mujer”.
“Las mujeres del mundo rural son, sin duda, uno de los pilares que lo sustentan, su papel es fundamental e imprescindible”. Así lo manifiesta el presidente del PP en la región, Paco Núñez, quien además señala que “las mujeres juegan un papel muy importante por su carácter emprendedor y por su capacidad de adaptación al medio y de incorporación a cualquier sector. No en vano, desde el PP-CLM ya mostramos nuestra intención de primar la incorporación de jóvenes y mujeres al campo ya que, de su mano, debe llegar la modernización del sector”.
Finalmente y entre el escaso cupo de mujeres en puestos directivos se encuentra Pilar Huertas, gerente de Travesa, quien afirma que “cuando oímos las palabras mujer rural, nos viene a la mente una mujer dedicada a trabajar en una explotación agrícola o ganadera, nada más lejos de la realidad, mujer rural es cualquier mujer que desarrolla su actividad en un medio rural, ya sea pueblo, pedanía, caserío, etc. Por tanto en mujer rural podemos englobar a médicos, profesoras, limpiadoras, cuidadoras… A raíz de estas profesiones se han ido formando empresas dirigidas la mayoría por mujeres que han sabido ver las necesidades del mundo rural, todo esto al margen de la profesionalización del sector agrícola y ganadero, la cual ha facilitado el acceso a las mujeres en puestos de responsabilidad que hace unos años eran impensables”.
Retos pendientes
Garantía de futuro, mantenimiento, vertebración, pilar fundamental… y una larga lista de cuestiones que ponen en el eje de la vida de nuestros pueblos y ciudades a las mujeres. Sin embargo, todavía hay un largo camino por recorrer.
Retos como la formación, la digitalización, la conciliación, la visibilización o la autosuficiencia que deben ser asumidos por la totalidad de la ciudadanía los trescientos sesenta y cinco días del año de cara a hacer efectiva y real la igualdad, especialmente y teniendo en cuenta determinados factores geográficos a las mujeres del medio rural.
Así, Lola Merino, asegura que “nuestros principales retos de cara a los próximos meses pasan por seguir trabajando en tres temas de máximo impacto en las mujeres rurales: la Despoblación, la Titularidad Compartida de las Explotaciones Agrarias y la Política Agraria Común (PAC). España pierde en torno a 45.000 habitantes al año. Para frenar esta sangría demográfica es necesario posicionar a las mujeres en el centro de las políticas de desarrollo rural. Es necesario hacer partícipe a las mujeres en el diseño de la PAC y es necesario establecer medidas que impulsen la incorporación femenina al campo”.
Para José Manuel Bolaños, “el verdadero reto pendiente es la plena igualdad entre el hombre y la mujer. Y para ello es fundamental la mentalidad digital de las empresas a la par que se materializa la implantación de los planes de conciliación de la vida laboral y familia a nivel profesional. Creo que la plena igualdad es accesible a través de esta acción”.
Rosa Melchor destaca que “hemos avanzado en igualdad, pero quizá éste sea el ámbito en el que falta más por hacer, alcanzar la igualdad real, la independencia social y la autosuficiencia económica de las mujeres. Este es el reto al que nos enfrentamos todos, especialmente en el mundo rural”.
La formación es para Mª José Pérez el principal reto. Así, “pese a todo lo que ha logrado la mujer en el ámbito rural queda mucho por hacer. Las mujeres tenemos que seguir formándonos y trabajando, para que nuestras zonas rurales sean un lugar que visitar y que mostrar al mundo, como una alternativa a las ciudades superpobladas ofreciendo mejor calidad de vida y para ello debemos estar unidas (foros, reuniones…) donde poder trabajar en conjunto y abordar futuros desafíos y desarrollar ideas que nos ayuden a mejorar”.
De desempleo habla Paco Núñez, quien manifiesta que “los retos a los que se enfrentan están claramente marcados, y no es otro que el de abandonar las listas del paro. Desde el PP-CLM seguimos muy concienciados con los problemas del mundo rural y con la despoblación, es por eso que estamos redactando un borrador de la Ley de Oportunidades del Mundo Rural que vamos a pactar con los afectados y con los colectivos que están en contacto con este medio, entre ellos las mujeres, ya que son los que mejor conocen los problemas y los retos a los que se enfrenta y quienes deben enriquecer el texto legislativo para que se ajuste lo máximo posible a la realidad”.
La presidenta nacional de AFAMMER, Carmen Quintanilla, pone el acento en el cambio de mentalidad y en la falta de oportunidades laborales. “Por ello siendo hay que impulsar más proyectos viables y sostenibles liderados por mujeres rurales pues de esta forma se asegura su futuro, el de sus familias y el desarrollo de sus municipios. También es necesario un cambio de mentalidad, porque un 30% de la sociedad rural aún cree que la mujer debe abandonar su puesto de trabajo cuando tiene su primer hijo. Para que este cambio se produzca es necesario seguir impulsando la Ley de Titularidad Compartida con el fin de que las mujeres sean cotitulares en las Explotaciones Agrarias”.
A la visibilidad se refiere Pilar Huertas, quien considera que “el reto pendiente más importante es dar más visibilidad a nuestro trabajo ya que hay muchas mujeres con puestos de responsabilidad en las empresas que pasan desapercibidas”.
Finalmente, el presidente de la Diputación de Ciudad Real, José Manuel Caballero, manifiesta que “es importante atender a las mujeres del ámbito rural y darles recursos y servicios para que puedan seguir desarrollando su vida en los pueblos y también puedan empoderarse para formar parte de la toma de decisiones. Es innegable, por muchos que algunos lo intenten, que sigue habiendo mujeres que tienen dificultades para abrirse camino, sigue habiendo mujeres que no están lo suficientemente representadas en órganos influyentes en nuestro país o en la dirección de las grandes empresas, sigue habiendo mujeres víctimas de violencia de cualquier tipo y, de igual manera, sucede en los pueblos. Desde las administraciones públicas debemos reconocer el trabajo que realizan las mujeres rurales dentro y fuera de la casa y poner a su disposición oportunidades para que puedan seguir haciéndolo. Creo además que también es el momento de que los hombres asumamos las responsabilidades de manera compartida de hijos y hogar, porque las familias las componen hombres y mujeres y porque la creación y el cuidado de una familia no puede ser un impedimento para que las mujeres no puedan desarrollarse profesional y socialmente simplemente porque nosotros no estemos a su lado”.