Cargando...A lo largo de este último mes hemos ido conociendo el número de ingresos por contagios, el número de personas en UCI, el número de fallecidos y el número de personas que han sido dadas de alta en los distinto centros hospitalarios de la región, así como en el Hospital La Mancha Centro de Alcázar de San Juan. Datos que en los últimos días están dando un respiro a los profesionales de la sanidad y al conjunto de la sociedad.
Sin embargo y frente a estas cifras que dan muestra de la situación de la pandemia, hay un factor que se ha pasado por alto y que resulta un revulsivo frente a tantas pérdidas y a tanto dolor. Y es que, a lo largo de este pasado mes de marzo, el Hospital Mancha Centro registró un total de 69 nacimientos. La vida se impone a la muerte de este COVID-19.
Una vida no sustituye nunca una pérdida pero sí es un signo de esperanza. Esperanza e ilusión como las madres y padres de estos 69 bebés que frente al drama se han abierto paso en un colapsado hospital Mancha Centro que ha seguido, tal y como nos relatan desde el área de ginecología, protocolos muy estrictos con respecto a las embarazadas y parturientas.
Medidas extraordinarias
“Desde el servicio de ginecología se han adoptado rutas alternativas de seguimiento con las mujeres embarazadas para evitar que las sospechosas o positivas estuvieran o estén en contacto con mujeres sanas. No hemos dejado de atender a ninguna embarazada por ser positiva. Al contrario, se han extremado aún más las medidas de seguridad y cuidado”.
La principal diferencia ha estado en el tiempo de hospitalización. “Desde este servicio se ha establecido un protocolo de alta precoz de 24 horas, de acuerdo a cumplir una serie de criterios mínimos”
Otra de las principales diferencias con respecto al protocolo habitual es que “se ha creado una sala puerperio durante el día de ingreso con el fin de habilitar un espacio libre de virus lo más apartado posible del resto de enfermos, mientras que las pacientes que sí tenían síntomas o han dado positivo han sido y son trasladadas a una planta especial, una vez confirmado el positivo”.
Un protocolo especial para dar luz, vida y esperanza frente la desolación que se desprende del COVID- 19. En definitiva 69 nuevas vidas nacidas en el Hospital La Mancha Centro de Alcázar de San Juan.
Carla, una niña con ganas de venir al mundo
Una de las niñas que vieron la luz en pleno confinamiento en el Mancha Centro fue la pequeña Carla Menasalvas, cuyos padres, los herencianos Eva Sánchez-Paulete y Carlos Menasalvas, dieron la bienvenida a su hija dentro del caos de los primeros días de confinamiento: “Nuestro caso fue complejo, porque Carla se adelantó, pero gracias a los profesionales que tenemos todo salió genial. Cada día estamos más seguros de que los héroes no llevan corbata, sino que los héroes llevan bata”, confiesan a manchainformacion.com.
Siguen relatando cómo se sucedieron los acontecimientos: “Por circunstancias se tuvo que inducir el parto. Todo transcurrió con normalidad dentro de la situación dramática de estar en pleno estado de alarma. Fue un parto largo, pero muy bueno”, siguen narrando los padres.
Carlos, el padre, tan sólo podía visitar en un horario restringido a la madre y a su nueva hija: “Cuando Carla ya estaba entre nosotros fue una difícil situación, porque el horario de visitas era de una hora por la mañana y otra por la tarde, pero siempre ambas han estado en todo momento atendidas por ese grupo de profesionales intachables e incansables que nos trataron muy bien, a los que damos las gracias de todo corazón”, señala Menasalvas.
