En tiempos de pandemia, el uso de tapabocas en la vía pública se ha convertido en la nueva normalidad actual. Y es que los especialistas mencionan que son accesorios imprescindibles para evitar la propagación del virus. Sin embargo, aunque las mascarillas cubren gran parte del rostro, también advierten la importancia de utilizar protección solar.
Concretamente, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos ha lanzado la campaña anual de Fotoprotección 2020, en la que menciona por qué es fundamental utilizar protección solar. A través de un comunicado, explican que no todas las mascarillas protegen frente a todos los tipos de radiación.
En ese sentido, siempre hay que aplicar el protector solar al menos media hora antes de exponerse al sol, renovándose cada 2 horas, sin descuidar otras áreas como las orejas, nariz, calva y pies. “La piel y los ojos han sufrido los efectos del confinamiento y es muy importante tenerlo en cuenta antes de exponerse al sol, ya que es posible que la producción de vitamina D no haya sido suficiente”, advierten.
Por lo general asociamos los protectores solares a un ungüento tipo crema que aplicamos sobre la piel extendiéndose hasta que se absorba. Sin embargo, muchos usuarios tienen inconvenientes con el aspecto y residuos que dejan estos productos.
En ese caso, el mundo del cuidado facial y cosmético también tiene formatos en polvos que ofrecen una aplicación más sencilla y no dejan la cara blanquecina ni grasa. Al igual que muchas cremas o lociones solares, los protectores solares en polvo protegen de posibles manchas, quemaduras y envejecimiento prematuro de la piel. Por lo que representan una nueva alternativa a los productos tradicionales y no hay excusa para cuidarse la piel.
El Consejo de Farmacéuticos también recalca la importancia de mantener una alimentación saludable rica en frutas y verduras, pues ayuda a prevenir los daños solares desde el interior, y es fundamental mantener una buena hidratación. Además indican que debemos reforzar la dieta con alimentos que contengan vitamina D como pescados azules, hígado, huevos o lácteos.
También señalan que la incidencia de rayos UV puede aumentar el riesgo a desarrollar cataratas, conjuntivitis y otras condiciones de los ojos. Esto es alarmante especialmente en los países que presentan mayores problemas visuales. En México, por ejemplo, más de 2.5 millones de personas presentan debilidad visual y ceguera.
Ante ello, consideran “esencial” protegerlos con gafas de sol homologadas, también los días nublados. Y es que utilizar lentes de sol falsas o no homologadas supone que sus cristales no tengan una garantía de filtro UV, provocando consecuencias muy negativas.
Asimismo, el uso de lentes sin filtro UV produce dilatación pupilar, aumentando la entrada de rayos UV dañinos al ojo pudiendo derivar en mareos, visión doble, cefaleas y otros síntomas”, alertan.





































































