Muchas veces los padres se dedican a lavar y planchar la ropa del bebé con la intención de preservar la calidad de las piezas. Sin embargo, pasan por alto que estas labores domésticas mal ejecutadas influyen en la salud de los pequeños.
La piel del bebé es sumamente delicada porque es 20 % más delgada que la de cualquier adulto. Este aspecto la convierte en más sensible a los estímulos externos, así que el objetivo de los padres es evitar que broten las alergias u otros problemas de salud.
Por tal razón, lo más recomendable es que su ropa sea suave, que transpire y no produzca abrasión, características con las que cumple el algodón. Este tipo de tela requiere planchado a altas temperaturas para eliminar las arrugas, así como también suavizar las fibras textileshaciéndolas más suaves y aptas para la extrema sensibilidad de su piel.
Además, la exposición a las altas temperaturas impiden que las bacterias se adhieran al tejido (es uno de los desinfectantes más eficaces). Si bien es cierto que planchar representa una actividad cotidiana en el hogar, no se debe tomar a la ligera. La prevención es necesaria porque se corre el riesgo de que estas causen accidentes dentro del hogar.
La superficie caliente de la plancha representa un peligro para los niños. Por ello, no solo se debe dejar fuera del alcance de estos sino que, además, advertir de los riesgos y daños que podría causar en su piel. Es importante utilizar una superficie específica para realizar la tarea. Planchar en la mesa común o sobre la cama incrementa los riesgos. En el mercado existen opciones como los vaporizadores para ropa o las
planchas a vapor vertical que minimizan el riesgo de quemaduras. Este tipo de modelos no funcionan mediante placas de cerámica o metálicas sino a través de chorros de vapor.
A continuación, las mejores recomendaciones para el planchado de la ropa del bebé:
1. Es necesario leer las indicaciones descritas en la pieza de ropa y ajustar la temperatura de la plancha como allí lo indica.
2. Agrupar la ropa de acuerdo con la temperatura indicada en las instrucciones facilitará la labor. Primero planchar la ropa que requiere menos temperatura y dejar para el final aquellas que necesitan más calor.
3. La ropa tiene que ser planchada al revés, así se evitan los brillos y más bien se resaltan los bordados o impresiones.
4. Colocar una toalla entre la tabla de planchar y la pieza, logra un acabado casi de relieve. Siempre y cuando la pieza tenga algún bordado.
5. Si alguna de las piezas presenta alguna mancha es recomendable no plancharla. El efecto causado es que la mancha se adherirá aún más a la tela.





































































