Cargando...El AMPA del colegio Albuera ha revindicado la construcción de un aula deportiva en su centro. Según ha explicado el vicepresidente de la asociación, José Manuel Martín, se trata de un compromiso adquirido desde la delegación de Educación hace 14 años que, a pesar de tener aprobado su presupuesto de construcción, y de existir los terrenos necesarios, a día de hoy, precisó, sigue sin hacerse realidad. Además, la pista con la que actualmente cuenta el centro, de casi 30 años de antigüedad, “está muy deteriorada -continuó- y no permite la práctica segura del deporte, sobre todo en los días en que las condiciones meteorológicas no son favorables, en los que el firme se vuelve muy resbaladizo, por lo que impide a los alumnos hacer educación física”.
Según informó, el proyecto cuenta con un presupuesto aprobado de 300.000 euros para la construcción del aula deportiva y del arreglo de la pista. Según la última reunión mantenida con el delegado provincial de Educación, las mejoras empezarían por la pista polideportiva, aunque “aún no hay fecha concreta para el comienzo de los trabajos”.
A falta de razones concretas, Martín achaca esta situación a motivos económicos. “El proyecto, que se aprobó en 2008 como pabellón deportivo, quedó en el aire entonces debido a la crisis económica”. A pesar de haberse añadido al plan cuatrienal de obras dos veces, teniendo en cuenta el último (2019 – 2023) aún no hay nada previsto. “Pasó 2019 y en 2020, con la pandemia, no pudo llevarse a cabo el proyecto”, repasó Martín. “Ya en 2021 Educación también ha descartado su construcción porque hay otras prioridades”, discernió dejando entrever su temor a que “el aula deportiva vuelva a caer en el olvido” para la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, administración competente en la materia.
José Manuel Martín quiso visibilizar en rueda de prensa la situación a la que se tiene que ajustar el colegio en el ámbito deportivo y anunció que desde el colectivo de padres y madres “continuaremos demandando la construcción de esta instalación, sin descartar medidas más drásticas, siempre con el acuerdo de toda la comunidad escolar”. Una observación sobre la que añadía el agradecimiento y apoyo “incondicional” recibido en Daimiel, tanto a nivel social como político.
