La contribución a la economía circular a través del reciclaje de envases sigue afianzándose entre los castellanomanchegos y, especialmente, entre los habitantes de la comarca Mancha Centro, que han ido consiguiendo en las últimas décadas que cada vez más envases puedan convertirse en nueva materia prima para crear, a partir de ellos, otros productos. En concreto, en la planta de reciclado que COMSERMANCHA tiene en Alcázar de San Juan se tratan cada año unas 80.000 toneladas de plásticos.
Éstas son recogidas en los pueblos que componen la Mancomunidad: Alcázar de San Juan, Arenales de San Gregorio, Arenas de San Juan, Argamasilla de Alba, Campo de Criptana, Herencia, Las Labores, Pedro Muñoz, Puerto Lápice, Socuéllamos, Tomelloso, Villarta de San Juan, Mota del Cuervo, Santa María de los Llanos, Miguel Esteban, Puebla de Almoradiel, Quero, Quintanar de la Orden, El Toboso, Villacañas y Villafranca de los Caballeros.
Esta semana, en una visita a periodistas a través de ECOEMBES -organización que promueve la sostenibilidad y el cuidado del medioambiente a través del reciclaje-, COMERMANCHA ha mostrado a los medios de comunicación cuál es el proceso que pasa el plástico que recoge la Mancomunidad hasta tener otra vida.
Es importante recordar que en la planta de Alcázar de San Juan se tratan dos tipos de residuos dependiendo de la hora del día: por la mañana la fracción resto (contenedor normal) y por la tarde los envases (contenedor amarillo).
80. 000 toneladas de plásticos al año en COMSERMANCHA que se recuperan y se venden a empresas con una segunda vida
En primer lugar, y antes de acceder al recinto de la Mancomunidad, los camiones pasan por el proceso del pesaje, quedando éste registrado informáticamente. De ahí, el material que llevan pasa al foso de recepción, paso previo a que éste entre dentro de la planta a través de un pulpo que lo transporta a unas cintas.
Cuando se ha realizado este proceso, se lleva a cabo el cribado de los materiales para separarlos; en primer lugar, se separan los materiales más voluminosos que puedan atascar el proceso. Luego pasa a un sistema de cribado a través de vueltas, con una criba de 100mm.


Parte del resultado final debe pasar un proceso de fermentación de dos meses antes de pasar por el afinado:

Por último, todos los residuos no recuperados -que cada año se van reduciendo debido a los avances e inversiones en la planta- van al vertedero y se hacen sellados con tierra. Acto seguido se extraen los líquidos contaminantes para evitar que puedan intoxicar las aguas subterráneas y se llevan o bien a las dos balsas con las que cuenta la planta o bien a una charca de evaporación forzada. También en ese proceso se produce un gas metano con el que se genera energía en esta planta de COMSERMANCHA desde 2007.
6,2 millones de inversiones de fondos FEDER en los últimos años
Hay que tener en cuenta que, en los últimos años, se han efectuado 6,2 millones de inversiones de fondos FEDER, junto a otros fondos propios, destinados a la modernización y optimización del tratamiento de residuos en la planta.
Otras instalaciones modernizadas en COMSERMANCHA
En cuanto a otras instalaciones de COMSERMANCHA, destaca una zona de lavado de residuos y, entre las novedades, se encuentra la modernización de la zona de cribado de residuos del contenedor amarillo o la creación de una planta CSR, en la que se almacena el material recuperado en la planta para hacer el combustible sólido. Esta nave también cuenta con un granulador, donde se tritura el material.
El reciclaje de envases, un hábito que nos acompaña desde hace más de 25 años
Este año se cumplen 25 años desde que llegase la ley que impulsó el reciclaje de envases en España. Desde entonces, tanto el compromiso ciudadano con el hábito del reciclaje como las infraestructuras han dado grandes pasos, consiguiendo que cada vez se reciclen más envases. De hecho, en el primer año de recogida selectiva en la región las toneladas de envases recicladas fueron 12.730, una cifra muy lejana a las 70.323 toneladas alcanzadas en 2022.
Así, a lo largo de este cuarto de siglo, se ha hecho un gran esfuerzo por mejorar infraestructuras, como el número de contenedores o las plantas de selección -6 de ellas en Castilla-La Mancha-, así como por concienciar y enseñar a la población sobre qué depositar en cada contenedor y la importancia que para el medioambiente tiene el sencillo gesto de reciclar, siendo ya 8 de cada 10 ciudadanos castellanomanchegos los que declaran separar sus envases a diario.
Aun así, a pesar de estos avances, aún hay ámbitos en los que se puede mejorar para incrementar la colaboración ciudadana con la separación de envases, en línea con las nuevas metas planteadas por la legislación nacional y europea. Por ejemplo, todavía hay ciudadanos que no separan en el contenedor amarillo envases pequeños o metálicos como latas y aerosoles, o que confunden ese contenedor con el de plásticos y depositan en él juguetes, sillas e, incluso, textiles, complicando la labor de selección llevada a cabo por las plantas de clasificación, al estar preparadas para separar únicamente envases.
Además, aún pueden darse pasos con el reciclaje de otro tipo de residuos que, hasta el momento, no han tenido una recogida separada obligatoria, tales como el textil, la materia orgánica o los envases comerciales e industriales. De hecho, los objetivos marcados en materia de reciclaje para los próximos años inciden en el aumento del reciclaje de todo tipo de residuos, sean domésticos o no. Igualmente, es necesario priorizar cada vez más la reducción y el consumo responsable y la reutilización como alternativas previas al reciclaje.











































































