El colágeno es la proteína más abundante en el cuerpo humano, representando el 25% de la proteína corporal total.
El colágeno se encuentra en todo el cuerpo y dependiendo de cada zona puede presentar características diferentes, de hecho, el cuerpo humano contiene, al menos, 28 diferentes tipos de colágeno, cumpliendo cada uno su función
De entre todos los tipos de colágeno, los tipos I, II, III, IV y V representan el 90% del colágeno total del cuerpo, mientras que el resto están en proporción menor.
El colágeno tipo I es el más abundante. Se encuentra en la dermis, la dentina, los huesos, los discos intervertebrales, los tendones y la córnea proporcionando flexibilidad y firmeza al tejido.
El colágeno tipo II se localiza en cartílagos y piel y tiene como principal función mejorar la firmeza de los tejidos.
El tipo III es una molécula más grande que las anteriores, muy parecida al tipo I. Su principal función es proporcionar flexibilidad y se puede encontrar en las paredes de los vasos sanguíneos y en las del tracto digestivo.
Nuestro cuerpo tiene la capacidad de fabricar colágeno, pero con la edad y el debilitamiento metabólico esta capacidad de fabricación disminuye
Desde el punto de vista nutricional, nuestra alimentación se basa cada vez más en productos obtenidos de las partes limpias de los animales, descartando huesos, tendones y piel, que son las partes de los animales más ricas en colágeno. Por lo tanto, el aporte nutricional del colágeno en alimentos es actualmente bajo y es conveniente valorar la utilización de un suplemento a partir de cierta edad.
A la hora de elegir un suplemento de colágeno debemos tener en cuenta que independientemente de su origen, lo importante es que sea hidrolizado. Al hidrolizar el colágeno, se obtienen péptidos de bajo peso molecular, de forma que el cuerpo pueda absorberlo y asimilarlo.
Los suplementos de colágeno suelen ir acompañados de una serie de ingredientes adicionales dirigidos a mejorar o a optimizar su acción.
El ácido hialurónico es una de las sustancias que se asocia al colágeno con mayor frecuencia con el objetivo de mejorar las propiedades de resistencia y flexibilidad de las articulaciones y de la piel. Otros componentes que aparecen en estos suplementos son: el magnesio, por su mejora del sistema músculo esquelético, la vitamina C, necesaria para la síntesis del colágeno, el calcio o la cúrcuma, esta última por su efecto antiinflamatorio.
Los complementos alimentarios no son sustitutos de una dieta equilibrada y no están indicados para todo el mundo. El colágeno hidrolizado no tiene contraindicaciones importantes, sin embargo, no debería ser consumido por personas con alergia a la proteína animal ni por intolerantes a la fenilalanina. Además, en el caso de seguir dietas especiales hay que tener en cuenta que el colágeno es una fuente muy rica en proteínas.
Podemos terminar recordando los beneficios del colágeno en el organismo. Fundamentalmente, ayudaría a mejorar la salud de nuestras articulaciones y a retrasar el envejecimiento de la piel previniendo la aparición de arrugas y sequedad. Así mismo, podría prevenir la pérdida ósea y aumentar la masa muscular
Recordemos por último que ciertos hábitos como la exposición al sol, el tabaco, las dietas ricas en azúcares, el estrés y la falta de vitamina C son destructores del colágeno. Reduciendo estos factores podremos contribuir a frenar su deterioro.
Sagrario Pérez de Agreda Galiano
Farmacéutica del Centro de Información del Medicamento
Colegio Oficial de Farmacéuticos de Ciudad Real






































































