Ya estamos en pleno verano, lo que significa playa, piscinas, chiringuito y aire libre. Nos estamos exponiendo durante más tiempo al sol, y si hacemos esa exposición de forma descontrolada y sin adoptar las debidas precauciones, debemos tener claro que nuestra piel terminará dañada.
Uno de los daños que tenemos mas riesgo de sufrir y que debemos evitar son las quemaduras solares.
Una quemadura solar es una reacción inflamatoria de la piel que ocurre tras la exposición excesiva a los rayos ultravioleta (UV) del sol o de fuentes artificiales de luz UV, como las camas de bronceado. Su gravedad varía dependiendo del tipo de piel, la sensibilidad individual a los rayos UV, los factores genéticos, la duración y la frecuencia de la exposición y la intensidad de la radiación solar.
Síntomas
Los síntomas de la quemadura se inician tras 4-6 horas de exposición a la luz solar, alcanzan un máximo después de 12-24 horas y comienza a disminuir a partir de las 72 horas.
Se caracterizan por un intenso enrojecimiento cutáneo con hinchazón y sensación de calor. La piel quemada, además de roja y dolorida puede presentar otros síntomas y signos como picazón y posteriormente descamación y ampollas con líquido. Todo ello es parte del mecanismo de defensa y regeneración de nuestra piel, que deja caer las células muertas, apareciendo por debajo una piel más fina
En casos más graves puede aparecer fiebre, náuseas y debilidad.
Tratamiento
El tratamiento de las quemaduras solares debe ir dirigido principalmente a impedir la extensión de las lesiones, aliviar el dolor, prevenir las infecciones y la deshidratación cutánea, y favorecer la epitelización.
Lo primero es mantener la piel bien hidratada aplicando compresas húmedas y frías y beber mucho agua. No aplicar hielo.
Es importante mantener la zona limpia, lavando cuidadosamente con agua y jabón suave y secarla suavemente con pequeños toques.
Si la piel no presenta ampollas, se puede aplicar una crema humectante para aliviar la molestia
Si hay dolor es aconsejable tomar ácido acetilsalicílico, ibuprofeno o paracetamol
Hay que evitar usar remedios populares como aplicar pasta de dientes o mantequilla en la zona quemada. Muchos de ellos pueden alargar el proceso de recuperación, empeorar la quemadura y producir infecciones
Cuándo acudir al médico
- Si aparece fiebre alta, mayor a 38 grados.
- En caso de dolor de cabeza intenso, confusión y escalofríos ya que podríamos estar ante un golpe de calor.
- Ante quemaduras muy extensas con ampollas.
- Ante signos de infección como supuración líquida blanquecina, presencia de puntos blancos en la quemadura, enrojecimiento importante o mal olor.
- En el caso de que no mejore en la siguientes 48-72 horas.
La importancia de la prevención
Las quemaduras nos indican que la piel ha sufrido una agresión por la exposición prolongada a los rayos ultravioletas (UV), que puede producir daños irreversibles a largo plazo, como el envejecimiento prematuro y el cáncer de piel; evitar su aparición por lo tanto es crucial. Estos son algunos consejos:
Evitar la exposición al sol entre las 10 y las 16 horas
Utilizar productos con factor de protección solar (FPS) mínimo de 30, incluso en los días nublados.
Aplicarlos media hora antes de la exposición, para que la piel lo absorba correctamente.
Colocar una cantidad generosa de manera uniforme, sin olvidar sitios como: orejas, labios, párpados, cuello, empeines y cuero cabelludo. Repetir su aplicación cada dos horas.
Utilizar sombreros de ala ancha y gafas de sol homologadas
Es crucial recordar que incluso en días nublados, hasta el 80% de los rayos UV del sol pueden penetrar en la piel, y la nieve, la arena y el agua pueden reflejar los rayos UV y aumentar la exposición
En resumen, sol y aire libre sí, pero con las debidas precauciones
Sagrario Pérez de Agreda Galiano
Farmacéutica Centro de Información del Medicamento