Cargando...“No estamos en contra del biometano, pero esta planta, tal y como está planteada, puede perjudicar gravemente al municipio”. Así de contundente se ha manifestado el alcalde de Arenales de San Gregorio, Iván Olmedo, ante el anuncio de instalación de una macroplanta de biometano en el término municipal de Tomelloso pero sólo a 3,5 kilómetros del casco urbano arenalero. Un proyecto, que contempla el tratamiento de hasta 223.000 toneladas de residuos al año, y que ha generado un rechazo unánime por parte de la ciudadanía y de la corporación municipal en pleno.
P.- Alcalde, ¿qué información manejan sobre la planta de biometano proyectada?
R.- Lo que conocemos es lo publicado en prensa. Según esos datos, se pretende instalar una macroplanta con capacidad para tratar unas 223.000 toneladas de residuos anuales. Aunque se ubicaría a unos 15 kilómetros del casco urbano de Tomelloso, en línea recta está a 3,5 kilómetros de las primeras viviendas de Arenales y muy cerca de nuestra cooperativa. Se habla principalmente del tratamiento de vinazas, pero la comarca no genera ni de lejos esa cantidad. Eso implica que llegarían residuos de otras zonas y no necesariamente vinazas: también purines u otros subproductos. Por eso creemos que se trata de un proyecto sobredimensionado para la realidad local.
P.- ¿Están en contra de la construcción de este tipo de instalaciones?
R.- No. Nosotros no nos oponemos a las plantas de biometano. Lo que defendemos es un modelo basado en microplantas, adaptado a la cantidad de residuos que genera cada municipio. El problema es la ubicación y las dimensiones de esta en concreto. Hay plantas que funcionan bien, pero también muchas que generan problemas graves: olores persistentes, contaminación del suelo o del agua, y un impacto directo en la vida de los pueblos cercanos.
P.- ¿Dónde se ubicaría exactamente la planta? ¿En qué fase está el proyecto?
R.- En el cruce de la carretera Arenales–Pedro Muñoz–Tomelloso. Las tierras del lado derecho de ese cruce son las previstas. En línea recta, nuestras primeras viviendas están a 3,5 kilómetros.
Respecto a la fase del proyecto, sabemos que la empresa ha presentado el proyecto en Tomelloso, pero desconocemos plazos o trámites. No han contactado con nosotros en ningún momento. Todo lo que conocemos es por prensa.
P.- ¿Cómo ha reaccionado el pueblo de Arenales?
R.- El rechazo es prácticamente unánime. No estamos cuestionando la autonomía municipal de Tomelloso, pero esta decisión nos afecta directamente. Pedro Muñoz, a 9 kilómetros, también podría verse perjudicado, aunque el impacto principal sería para nosotros. Entendemos que estas plantas deben construirse, pero con criterios claros y justos. El Plan de Biomentanización 2024-2030 de la Junta tiene carencias importantes, especialmente en la determinación de una distancia mínima respecto a los cascos urbanos. Si se exige una distancia de 15 o 20 kilómetros, debe aplicarse a todos los municipios por igual.
P.- ¿Qué medidas está tomando el Ayuntamiento de Arenales?
R.- Estamos mostrando públicamente nuestra oposición y trasladando nuestra preocupación a todas las administraciones y entidades implicadas. Nos hemos reunido con la Junta, con el Ayuntamiento de Tomelloso y con empresas relacionadas.
Defendemos que Tomelloso tiene alternativas viables dentro de su término municipal. Por ejemplo, la zona de la carretera de La Ossa: allí hay terreno, no hay viviendas, y sería mucho menos perjudicial.
P.- ¿Qué les traslada el Ayuntamiento de Tomelloso?
R.- Nos dicen que el proyecto será beneficioso para la comarca y que no habrá impacto ambiental ni olores. Nosotros, sin embargo, creemos que los riesgos son evidentes y que no pueden ignorarse.
P.- ¿Confían en que el proyecto pueda paralizarse o reubicarse?
R.- Tenemos esperanza. No hay calificación urbanística, ni estudio de impacto ambiental, ni informes definitivos. Creemos que aún se está a tiempo de replantear la ubicación.
P.- Arenales está creciendo en población y actividad económica. ¿Temen que esto se vea afectado?
R.- Mucho. El pueblo está funcionando muy bien. Desde 2023 hemos ganado 35 habitantes, la población escolar ha crecido, y tenemos tres casas rurales activas y dos más en trámite. Estamos atrayendo familias y dinamizando la economía local. Una instalación así, con los posibles inconvenientes que vemos, podría frenar de golpe todo ese progreso.
P.- Si finalmente se construye la planta a 3,5 kilómetros, ¿cómo reaccionará el municipio?
R.- Como hasta ahora, habrá una oposición total. No solo del Ayuntamiento también de la inmensa mayoría de los vecinos. Existe una plataforma ciudadana en la que participan personas de Tomelloso, Pedro Muñoz y Arenales, y la movilización es muy grande. Solo pedimos algo razonable: que escuchen a un pueblo pequeño pero dinámico, que está creciendo y haciendo las cosas bien. No queremos para otros lo que no queremos para nosotros. Simplemente pedimos una ubicación que no perjudique a nadie.
