Hoy, 5 de octubre, se cumplen 130 años desde que el Palacio Provincial de Ciudad Real abriese sus puertas por primera vez como sede oficial de la Diputación y del Gobierno de la provincia. Un majestuoso edificio, construido entre 1889 y 1893, que emergió de la mano del arquitecto Sebastián Rebollar. Para poner en valor su importancia y relevancia, el presidente de la Institución Provincial, Miguel Ángel Valverde, se ha dirigido esta misma mañana a los medios de comunicación para compartir con ellos una declaración institucional que abre un periodo de celebración, marcado por un amplio programa de actividades que se dará a conocer en las próximas semanas.
En palabras del presidente, con el Palacio se perpetúa “la centenaria función que tienen encomendadas las diputaciones en la Constitución Española”, función en la cual Valverde ha querido incidir desde el comienzo de su mandato.
En su discurso, ha repasado la historia del edificio y su vinculación con la Administración Provincial desde su nacimiento. “Salvo en el período comprendido entre 1835 y 1893, cuando la sede de la Diputación se fijó en una casa de la calle Caballeros, […] el edificio cuenta con la particularidad de que fue concebido y diseñado para cumplir esa importante función. En España son numerosas las construcciones decimonónicas que han sido remodeladas y adaptadas para albergar gobiernos, cámaras de representación y organismos, pero muy pocos cuentan con el bagaje institucional y administrativo que acredita la Diputación de Ciudad Real, puesto que nació en el siglo XIX para ser la sede de la Institución Provincial y ya avanzado el siglo XXI lo sigue siendo”, ha relatado el presidente.
Miguel Ángel Valverde ha anunciado, asimismo, que “hoy comienza un año de celebración, desde el que queremos poner en valor el papel de la Diputación en la vida de los ciudadanos de nuestra provincia”, y en consecuencia ha avanzado que, aunque “la Corporación anterior llevó a cabo un conjunto de actividades antes del comienzo de este aniversario a lo largo de los primeros meses de este año, es realmente a partir de ahora cuando se cumplen los 130 años de la existencia de este Palacio”.
Por eso, desde la Diputación Provincial, se está preparando un conjunto de actividades, que al margen de esta declaración institucional, van a conmemorar la efeméride. El mismo tendrá que ver con una campaña publicitaria institucional que pone en valor el edificio y las funciones y medidas en favor de la ciudadanía que lleva a cabo la Diputación; le seguirán otras iniciativas relacionadas con los reconocimientos a personas que han formado parte de esta Institución como trabajadores o como representantes públicos; y se incluirán diferentes actividades culturales y recreativas que se están preparando.
Valverde ha hecho referencia durante este homenaje a la casa de los ayuntamientos, a la representación que hace de “todos los hombres y mujeres que a lo largo de la historia de la Institución y del propio Palacio han decidido, desde su gobierno o desde la oposición política en tiempos de nuestra Democracia, las iniciativas conducentes a buscar la igualdad entre todos los territorios de Ciudad Real, su vertebración. Y también representa el esfuerzo de cientos de trabajadores y trabajadoras que con su dedicación han contribuido a la búsqueda de mejorar la calidad de vida de nuestros conciudadanos y de nuestras ciudades y pueblos”.
En definitiva, el Palacio Provincial es el mejor reflejo de lo que la Diputación vehicula desde 1835 en favor de nuestro territorio, “y por ello vamos a poner en valor, como símbolo de esta Institución, todo lo que desde ella se hace en favor de los intereses generales de los habitantes de Ciudad Real”, ha concluido el presidente Valverde.
Repaso a la historia
La declaración institucional ante la prensa ha incluido también la siguiente manifestación del presidente Miguel Ángel Valverde:
“Si importante es la labor que se desarrolla desde la Diputación de Ciudad Real para cohesionar nuestra provincia y favorecer el equilibrio territorial, también lo es su sede administrativa, donde los órganos de la Institución se reúnen y adoptan decisiones que influyen en todas las ciudades, pueblos, EATIM y aldeas. Así pues, la Institución y el Palacio Provincial son y han sido referentes en la historia contemporánea del territorio ciudadrealeño.
Además de mantener la función con la que nació, este edificio, que se levantó en dos plantas en torno a dos patios y galerías gemelas, ha mantenido su estructura arquitectónica impasible al paso del tiempo. Aunque ha precisado diferentes intervenciones que se desarrollaron para responder a las necesidades administrativas que iban surgiendo y para corregir deficiencias estructurales o para adaptar sus elementos a las exigencias de los nuevos tiempos, como el reciente cambio de las carpinterías.
También ha registrado actuaciones que tienen que ver con la recuperación del patrimonio. La más destacada, en este sentido, es la que tuvo lugar entre 1985 y 1988, para adaptar el edificio a la normativa vigente entonces. Durante las obras fueron hallados los lienzos de Andrade, que fueron arrancados en 1950, y se devolvieron al techo del Salón de Plenos las alegorías de “La Fortaleza”, “La Prudencia”, “La Templaza” y “La Justicia”. Como todos ustedes saben, la sala más importante del Palacio está presidida también por el mural de Manuel López Villaseñor.
Otras intervenciones a destacar son las que se han llevado a cabo recientemente. Hace algo más de un año se dejó a la vista la arcada del Salón de Comisiones donde estaba situada la tribuna para público y prensa del salón de Plenos. Y en el Salón de Recepciones están a punto de concluir los trabajos de restauración desarrollados tras la caída de parte del techo de la estancia, que arrastró una de las obras más emblemáticas del Palacio Provincial, obra de Ángel Andrade, el artista ciudadrealeño encargado de los lienzos y de la ornamentación pictórica de la sede de la Diputación de Ciudad Real ayudado por el almagreño Samuel Luna. “Don Quijote” fue el tema elegido porque constituía ya el símbolo provincial por excelencia y el espíritu manchego, siendo la Corporación Provincial su representante y garante. Las tareas de restauración han implicado también la limpieza del lienzo. Y ahora se puede apreciar con nitidez que Clavileño no fue el único caballo que pintó Andrade en el Salón de Recepciones, y que también inmortalizó una procesión, entre otras curiosidades.
El pasado 28 de septiembre fue instalado, tras permanecer boca abajo y en vertical con el objetivo de realizar las últimas labores de restauración, en su lugar originario, el techo del Salón de Recepciones, una estancia de la zona noble del edificio que ya muestra otra vez la apariencia señorial con que se dotaba a finales del siglo XIX a los edificios oficiales. Estos días se está rematando la escocia con la instalación de una estructura a la que quedarán adheridos los escudos de Almadén, Manzanares y Valdepeñas.
Entre las modificaciones e intervenciones que ha registrado el Palacio Provincial a lo largo de su historia reciente también se ha procedido a la instalación de led en las ventanas y balcones del edificio, así como en los frontones y torres con el objetivo de que el Palacio ofrezca con mayor realce su atractivo a vecinos y visitantes durante la noche.
Y tendrán que ser más las intervenciones que se deberán hacer en el futuro como esa necesaria reparación de la cubierta del edificio que ya se esta proyectando, en la obligación de mantener este edificio histórico que alberga la sede de la Institución provincial.
Es un inmueble decimonónico y emblemático de innegable valor histórico, artístico y patrimonial. Uno de los exponentes más representativos de la arquitectura civil de la provincia, desde donde se impulsa el desarrollo de todas las ciudades, pueblos, EATIM y aldeas que integran nuestro territorio.
Constituye, en definitiva, un bien que tenemos que apreciar y que poner en valor. Y esa es la intención del Equipo de Gobierno de la Diputación de Ciudad Real a partir de hoy, 5 de octubre, fecha en la que el Palacio Provincial cumple 130 años”.