


Durante la mañana de este domingo 9 de mayo se ha realizado la segunda jornada de voluntariado ambiental con la plantación de seiscientas plantas aromáticas como son tomillo, romero y lavanda. Plantas que se adaptan perfectamente a las condiciones climatológicas tan extremas que tenemos en la zona. Han acudido un total de 200 voluntarios organizados en dos grupos a la jornada, dando comienzo a las diez y media de la mañana y se ha alargado durante la mañana.
La alcaldesa de Alcázar, Rosa Melchor, así como los concejales de Medio Ambiente, Pablo Pichaco y de Obras, Javier Ortega han contribuido a la plantación. Melchor ha destacado que la creación del Bosque de la Vida se trata de una iniciativa popular, “el inicio del bosque de la vida fue una reforestación a cargo de los colegios, lógicamente con sus alumnos, por lo tanto los niños y las niñas fueron quienes empezaron a repoblar otra vez de árboles y vegetación esta zona”.
A partir de esa primera actuación el ayuntamiento de la localidad puso en marcha una iniciativa, “el Bosque de la Vida, con la plantación de árboles por cada uno de los niños que iban naciendo”, también se ha desarrollado el arreglo de caminos, viales “y están trabajando tal y como comenzó el Bosque de la Vida con una iniciativa popular, de ahí el programa de voluntariado medioambiental que vienen a contribuir efectivamente, no solo a que lo disfruten una vez hecho, si no a que lo consideren como suyo, a que se identifiquen en el nacimiento, en la creación del propio bosque”.
Melchor ha destacado la presencia de muchos voluntarios “que vienen en familia” por lo que no solo se trata de pasar la mañana del domingo y de ayudar a seguir repoblando el bosque, se trata de educar a los niños, jóvenes y adolescentes, “que todo aquello que se hace en Alcázar en este ámbito o en cualquier otro, ¡es de ellos!, no es, ni mío, ni de ninguno de los gobiernos que ha pasado o que estará por pasar”. Tratándose de una actividad “que viene orientada a que forme parte de la educación medioambiental” ha afirmado Melchor.








































































