


Alcázar de San Juan ha acogido el curso de formación de voluntarios y coordinadores de UDP para el acompañamiento en residencias, centros de día, pisos tutelados y domicilios particulares, de mayores dependientes. En total han asistido 70 voluntarios de 8 municipios de las cuatro provincias de la comarca (Ciudad Real, Toledo, Albacete y Cuenca).
El presidente de UDP, Ramón Munera, comentaba que “después de las dificultades que hemos tenido en los últimos dos años, gracias al impulso del gobierno regional, podemos de nuevo volver a reiniciar estos cursos y otras actividades. Es necesario formar a voluntarios y coordinadores porque la situación ha cambiado para nuestros mayores. Se trata de un voluntariado de mayores para mayores, en colaboración con los servicios sociales. Nosotros les ofrecemos acompañamiento a esas personas que han perdido la ilusión y las ganas de vivir. Les damos cariño y amistad. Es una forma de colaborar con la sociedad , de dar ejemplo a nuestros hijos y nietos y de conseguir que esas personas mayores puedan estar en sus casas todo el tiempo que quieran, que no les lleven a donde no quieren estar”.
Durante el año 2012, más de 2.000 voluntarios de UDP han participado en las actividades de esta organización, con un total de más de 100.000 horas de voluntariado activo en residencias, viviendas tuteladas o con personas dependientes que viven solas.
“El gobierno regional siempre ha apoyado al voluntariado, que ha alcanzado en Castilla-La Mancha unas cotas muy altas de eficacia, eficiencia, organización y participación” -comentaba Paloma Leis, Secretaria Regional de Asuntos Sociales y Voluntariado- “El voluntariado es una importante herramienta social que hace a las sociedades más humanas, más valientes, más justas y más solidarias. Eso es algo, que en estos momentos, es muy admirable y tiene todo el apoyo, el reconocimiento y la gratitud del gobierno de Castilla-La Mancha”.
Por su parte, Diego Ortega, alcalde de Alcázar de San Juan comentaba que “desde el ayuntamiento apostamos por la labor social del voluntariado y queremos poner en valor actividades como la de la UDP: unos mayores, con espíritu joven, que son capaces de ir más allá de su casa, su familia, sus nietos y hacer algo por los demás; por esos otros mayores que necesitan acompañamiento y comprensión”.