«Maestro de maestros” como lo ha definido Mariano Lizcano, el que fuera uno de sus alumnos y hoy miembro del Ateneeo, que ha hecho una interesante semblanza del homenajeado durante este acto.
Este maestro llegó a la pedanía de Alameda de Cervera en la década de los 50 cuando allí ni siquiera había escuela y tuvo que empezar a dar sus clases en una cuadra. Según el relato de Lizcano, su empeño hizo que con la colaboración de la gente de La Alameda de Cervera y del Ayuntamiento de Alcázar de entonces, se construyeran dos escuelas, una para niños y otra para niñas, que el mismo Maestro Maroto se encargó de decorar y de “darles vida”, como también lo hizo a un pueblo, Alameda en el que dijo “sentirse feliz”.
El alcalde de Alcázar de San Juan, Diego Ortega resaltó los principales valores que Don Julio Maroto quiso inculcar a sus alumnos. “Varias generaciones pasaron por sus manos y todos llevan su impronta. Viene bien este tipo de actos para reconocer la labor de un Maestro que lo dio todo por sus alumnos y vecinos”.
Con la presencia de la familia de Don Julio, la ctuación de su nieto, Julio y la de un cuarteto, el homenaje resulto un éxito total, al que también acudió numeroso publico llegado de deferentes sitios para rendir homenaje a un Maestro que siempre se llevara en el corazón.