Durante la tarde, la torre abrió su puerta principal para que todos aquellos interesados pudiesen descubrir sus entrañas y secretos, y disfrutar de unas vistas maravillosas de los campos manchegos.
Un nutrido grupo de gente disfrutó de este evento, desde paisanos hasta visitantes y turistas que ese día nos visitaban. Mucha de la gente de la localidad era la primera vez que ascendía hasta lo alto de la torre y su impresión al llegar se descubría en sus rostros de asombro. Los turistas se maravillaron con la arquitectura de la torre con las diversas cúpulas, donde descubrieron el magnifico trabajo de construcción de las mismas,
La Iglesia de El Toboso esta declarada Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento. Su torre posee una altura aproximada de unos 42 mts. Esta dividida en tres cuerpos, siendo el primero de estilo plateresco y los dos posteriores de estilo herreriano, coronada con un pequeño torreón donde se encuentra la campana que anuncia las horas.
La subida se divide en cuatro tramos. El primero de ellos se accede por unas escaleras empinadas hasta la primera planta que da acceso a la zona del coro y desde aquí también se sube a la parte superior de la capilla de la Inmaculada, la ampliación de la iglesia en el siglo XVII, lo que hoy en día es una terraza con vistas a la Plaza Juan Carlos I; con la ampliación quedó oculta una ventana de grandes dimensiones, que daba al exterior y de estilo renacentista .
Los siguientes tramos son una escalera de caracol, girando en eje llegamos a la siguiente altura, la zona de las bóvedas, donde observamos la estructura del tejado e incluso algunas de las vigas quemadas en el incendio de 1993. Continuando por esta magnifica obra arquitectónica, ascendemos hasta la siguiente altura, donde están las campanas que tañen a diario. Ya en el último tramo, el más estrecho, nos sube a la cima, desde donde se puede comprobar la rectitud de las carreteras, los tejados y las casas desde otra perspectiva desconocida y desde donde descubrimos esos atardeceres maravillosos de nuestra tierra.
Esta actividad cada vez va sumando más adeptos e interés, ya que la torre de la localidad toboseña, con su impresionante majestuosidad asombra a todos aquellos que la ven, al igual que maravillo a Cervantes cuando la describe en el capitulo IX de su inmortal obra. Si ya desde el exterior maravilla, dentro de sus entrañas asombra.





































































