De esta forma observaron que los árboles protegen a los animales y les aportan comida con sus semillas, al mismo tiempo que las aves fabrican sus nidos en ellos, mientras que para los humanos nos dan sombra en los días calurosos, aportan el oxígeno que necesitamos para respirar, las especies frutales nos dan comida, tras su poda leña para calentarnos en el fuego, limpian la atmósfera de gases contaminantes, generan un microclima que beneficia la precipitación de la lluvia, sujetan las tierras de las laderas con sus raíces, aportan nutrientes al suelo para que otras plantas se instalen y donde hay masa arbórea también amplían la presencia de numerosos animales favoreciendo la biodiversidad del planeta.
En un mundo en el que los humanos están olvidando que pertenecen a la naturaleza del planeta y que tienen que conservarla porque forma parte esencial de su propia vida, es muy importante el dedicarle un día para buscar su más amplio significado y si además se hace partícipe a los niños que serán el futuro timón de la sociedad, para concienciarlos del medio que les rodea, estaremos apoyando un mundo más sano y solidario.





































































