


Tras unas palabras de bienvenida y agradecimiento a los asistentes, la Presidenta de la Asociación, Dª María Luisa de Torres dio paso, bajo una tarde primaveral de reglamento al tándem formado por la sumiller alcazareña Marilú de Torres y al también manchego ex – Chef del Hotel Ritz de Madrid, D. José Luis García-Mascaraque, que deleitaron por turnos al respetable armonizando con vinos la primera las obras maestras del segundo.
Marilú, delantal de cuero al uso y tastevin en ristre como mandan los cánones de la sumillería más exquisita, recorrerá las vides españolas de norte a sur, de forma amena y dinámica, con parada incluida en La Mancha como no podía ser de otra manera, encandilando a propios y extraños al “cometer la osadía” de introducir en pleno corazón del viñedo más grande del mundo, referencias vinícolas de territorios hermanos, tales como el fino y el cava.
La sumiller demuestra su pasión por el tema afirmando que por encima de los vinos preferidos de cada cual, todos ellos merecen un respeto, como “seres vivos que son” y de ahí que afirme que “cada vino tiene su momento, es cuestión de encontrarlo”.
A continuación, D. José Luis, pondrá de manifiesto durante el Show Cooking, la excelente formación y experiencia que atesora entre libros y fogones, cocinando en vivo y en directo una serie de platos que tornando fácil lo difícil, formarán parte de ese bufé que el Chef propondrá para días calurosos, incorporando paulatinamente y en alternancia, salmorejos, pulpo, brochetas y canapés.
El evento contó con el patrocinio de González Byass y del Institut del Cava, aportando referencias de la talla de Fino Tío Pepe, Freixenet Trepat 2011, Gramona Rosé Pinot Noir (Reserva Brut) y Mascaró Rubor Aurorae (Brut), que pudieron ser degustadas, junto a EA!, creación de Manuel Manzaneque (DO La Mancha) en armonía con los platos preparados por el público asistente.
Por otro lado, es digno de mención el alto grado de profesionalidad demostrado por el personal de sala y cocina del Restaurante Las Musas que, supervisado en todo momento por el gerente D. Carlos Ortega, hizo realidad aquello de que, sin duda alguna, “la hostelería es la profesión del detalle”.
Como colofón de lujo a una velada de excepción, se procedió a rifar entre los asistentes una serie de botellas cedidas por los patrocinadores para la ocasión, poniendo de manifiesto, que el vino no conoce de fronteras más allá de las propias del terruño en que nace cada uno a la par que no es sino denominador común a todos los pueblos de España.









































































