Como si se tratara del Lunes de Pascua, aunque cuatro días más tarde, este viernes, la Imagen de la Santísima Virgen de Criptana llegaba al pueblo desde su Santuario. En la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora permanecerá hasta el primer sábado del mes de junio, el día 7.
La lluvia impidió que el pasado lunes los acontecimientos se desarrollaran con normalidad, por eso la Junta directiva de la Hermandad decidió posponer el traslado de la Virgen en un principio a este sábado, aunque en una reunión extraordinaria posterior consideró más conveniente que la procesión se hiciera este viernes por la noche y así ha sido. Aunque todo se ha hecho igual, ha sido diferente, ya que en palabras del presidente de la Hermandad, Nazario Lara, esta era la primera vez que la Virgen no bajaba del cerro en su día, y la primera vez que lo hacía de noche y esto era posible gracias a la iluminación de la que está dotado el camino del cerro.
A las 20.30 se rezaba el Santo Rosario en el Santuario, desde donde partía la Imagen en procesión a las 21 horas en dirección a las “portás” del Calvario, acompañada musicalmente por la Banda de cornetas y tambores Cristo de la Elevación. Una hora más tarde llegaba la comitiva al lugar indicado y minutos más tarde, una vez que los anderos se cambiaron y tomaron fuerzas, se inició la procesión que ha llevado a la Virgen de Criptana desde el Calvario hasta el templo parroquial, en esta ocasión acompañada por la Banda de música Filarmónica Beethoven.
Durante su recorrido por la calle que lleva su mismo nombre, la Santísima Virgen de Criptana se ha ido deteniendo en cada uno de los altares que se han instalado. Allí el párroco, Juan Carlos Camacho y otros sacerdotes les han rezado una oración, para continuar después con la procesión.
Como la Patrona del municipio que es, la Virgen estuvo acompañada por toda la Corporación municipal, encabezada por el alcalde, Santiago Lucas-Torres, así como por numerosos vecinos de la localidad y de la comarca, a pesar de no haberse celebrado en su día habitual, de haber decidido el cambio de fecha del traslado con poca antelación y del frío que hacía.





































































