De esta manera, los gigantes criptanenses se convertían en lugar de parada obligatoria para una expedición compuesta por clubes y moteros de toda España, en especial de Castilla-La Mancha, ya que tal y como explicaba José María González, “Campo de Criptana era lugar turístico por antonomasia en la región”.
La expedición era recibida por la concejal de Turismo criptanense, Alicia Pérez-Bustos, quien afirmaba que “la localidad abre las puertas a todos aquellos que quisieran trabajar solidariamente por quienes más lo necesiten”. En este sentido, Pérez-Bustos agradeció la implicación de estos hermanos y de todos los que estaban participando de la concentración, así como el hecho de haber elegido la localidad para llevar a cabo gran parte de las actividades de la misma.
Con la entrega de un obsequio por parte de la organización al consistorio, y la celebración de un concierto para todos los integrantes de la expedición, la solidaridad volvió a materializarse en tiempos de crisis, con personas dispuestas siempre a contribuir para hacer algo en pro de los demás.





































































