Con capacidad de trabajo, como ha venido demostrando en estos últimos cuatro años con su experiencia en el Ayuntamiento siendo una de las cabezas visibles del PSOE en la oposición, Elena García Zalve, natural de Socuéllamos, de 38 años de edad, Licenciada en Derecho y Procuradora de los Tribunales, encabezará el proyecto socialista con la intención de convertirse en la primera mujer de nuestro pueblo en proclamarse alcaldesa, para lo que ha pedido la máxima implicación de todos y todas los vecinos y vecinas de nuestro pueblo, con la idea de «transformar nuestra localidad en un pueblo con iniciativas ciudadanas, en las que todas las inquietudes sean tenidas en cuenta y puedan tener cabida en un Gobierno participativo, que sea accesible y cercano para todos; con un proyecto basado en el trabajo por y para los intereses de nuestro municipio»; a través de la apertura de un Ayuntamiento que «debe ser la casa de todos y todas», y un programa decidido para que «tengan cabida todas las ideas, propuestas y proyectos de una ciudadanía que en estos años ha tenido enfrente un gobierno incapaz de escuchar y ofrecer alternativas a las demandas de los ciudadanos y ciudadanas».
A la capacidad de liderazgo de Elena hay que unir su compromiso, diálogo, trabajo y entendimiento para hacer visibles problemas y soluciones de asuntos que el Gobierno municipal del PP no ha sido capaz de atender, preocupándose sólo de una imagen personal y ambición política, desatendiendo los verdaderos problemas de unos ciudadanos que se merecen otra forma de gobierno, en la que ellos sean los verdaderos protagonistas.
Tras su proclamación como candidata socialista a la Alcaldía, Elena prometió «la implicación y el máximo esfuerzo porque Socuéllamos se transforme en un pueblo con una forma de gobernar para todos los ciudadanos y ciudadanas», para lograr que seamos un referente por políticas que «hacen de las personas su principal preocupación, donde el empleo de nuestros ciudadanos sea la máxima prioridad, que genera lugares de convivencia, que mira por el bienestar de sus habitantes, y poniendo especial atención en sectores tan básicos para su desarrollo como el comercio, la industria y la agricultura; haciendo de nuestro pueblo un lugar para vivir toda la vida, del que nos sintamos orgullosos, y todo ello con políticas de participación, donde la voz de los vecinos y vecinas sea escuchada y tenida en cuenta».