Un 13 de abril de 1690 pasó de este mundo a la casa eterna de Dios Padre Sor Ángela María de la Concepción, con tan solo 41 años de edad. Tras de sí, un compendio de virtudes y dones con que Dios manifestó haberle concedido en vida y que son ahora, 325 años después, un auténtico tesoro espiritual tal y como reflejan sus escritos autobiográficos, tratados de oración y virtudes, y otras obras de gran altura mística y ascética.
Coincidiendo con la celebración del quinto centenario del nacimiento de la santa abulense y la dedicación de este 2015 a la Vida Consagrada, se hace necesario traer a nuestra memoria los tres siglos y cuarto de la muerte de Sor Ángela, quien posee un calco excepcional con la carmelita doctora de la Iglesia tanto en vida, obra y producción mística.
Jorge Holguera Illera, redactor de la sección salmantina para el periódico El Norte de Castilla, publicó en este medio un artículo bajo el título “la Segunda Santa Teresa de Jesús nació en Cantalapiedra”, localidad natal de Sor Ángela y del joven periodista, pues aunque entre ambos distan más de tres siglos de diferencia para los dos existe una idéntica vocación, «comunicar la gratuidad del Dador de todo bien»





































































