Cargando...Ha sido una etapa muy difícil pero, al mismo tiempo, apasionante. Hemos conseguido muchos retos y resuelto importantes problemas, aunque no todos los que me hubiese gustado.
En el despacho de Alcaldía he recibido a cuantos vecinos lo han solicitado; considero que les he atendido con el respeto, la cercanía y la humildad que todos merecían. Debo decir también que jamás nadie me ha faltado al respeto y he recibido consideración allá por donde he ido, tanto en las asociaciones, en las empresas, con los particulares, con las familias, en los colegios, en las residencias… Siempre he acudido a todas las invitaciones sabiendo que a quien acogían era al Alcalde, no a Antonio López de la Manzanara.
Tengo la conciencia tranquila por el trabajo que he desarrollado. He recorrido muchos kilómetros, he llamado a muchas puertas, he resuelto algunos que otros problemas personales a los vecinos y a las empresas de Manzanares. Durante estos cuatro años he aprendido también a escuchar, a ver los problemas de la gente y a sufrirlos con ellos. Algunos los he podido resolver, otros por desgracia ha sido imposible, pero siempre, siempre, lo he intentado.
Hemos estado siempre disponibles, de lunes a domingo, tanto mi equipo de gobierno como yo mismo. Todo el mundo sabe que quienes tenemos dedicación exclusiva y cobramos una nómina del Ayuntamiento, abrimos las puertas de los despachos desde las ocho de la mañana. El resto de concejales también han echado horas sin escatimar, cobrando apenas las asistencias a plenos y comisiones, pero realizando un papel extraordinario en Servicios Sociales, Deportes, Juventud, Seguridad, Tráfico, Festejos, Sanidad y Consumo. Mi felicitación y agradecimiento para todos ellos.
No hemos mentido, no hemos tergiversado las cosas, no hemos insultado a nadie, hemos sido transparentes con los asuntos municipales, austeros con las cuentas, me atrevo a decir que incluso ingeniosos con muchas novedades que se han producido y con pocos costes.
Como habrás podido comprobar, no he querido hacer campaña electoral al uso. Soy de los que piensa que en quince días no se puede resolver ni explicar lo que no se haya hecho en cuatro años. Sería lo propio del mal estudiante que deja para el último momento la preparación del examen; eso no puede salir bien.
Soy corredor de fondo y aguanto bien los golpes bajos. El mundo de la empresa me lo ha enseñado durante casi cuarenta años de trayectoria. Pero en las campañas no debería valer todo: muchos mienten y prometen incluso lo que saben que es imposible. Para mí eso es una falta de respeto a los vecinos.
Me siento orgulloso de mi pueblo, de Manzanares. Por ello estoy convencido de que, esté yo o no al frente del Ayuntamiento, saldrá adelante. Porque la fuerza la tienen sus vecinos, sus empresas, sus asociaciones, su historia, su patrimonio, sus recursos naturales.
Me siento orgulloso de nuestros deportistas, de nuestros jóvenes, de nuestros mayores, de nuestras mujeres, de nuestros empresarios, de nuestros agricultores, de nuestros artistas tanto en el ámbito de la pintura, como de la música, de la poesía, etc. De cómo saben divertirse, de cómo participan cuando se les convoca, de nuestra Semana Santa, de la limpieza de nuestro pueblo… aunque algún aspirante a la Alcaldía se empeñe en ir publicando que es un pueblo sucio, pobre y caro.
¿Podrá dormir tranquilo?
Me siento orgulloso de nuestro Gran Teatro, de la Feria del Campo, de la Feria del Queso, de nuestras instalaciones deportivas, del Parque del Polígono, del Museo del Queso Manchego y del Museo Manuel Piña, del Castillo, de la iglesia de la Asunción, del fervor y devoción a nuestro Patrón y de tantas y tantas cosas buenas como tiene Manzanares.
Debemos ser positivos, creer en nosotros mismos y en el potencial que tenemos. Veremos terminada la obra en los Paseos del Río para la Feria, tal y como se terminó la Plaza de la Constitución para Semana Santa. Se restaurarán la Casa de Josito y la Fábrica de Harinas y nos sentiremos orgullosos de todo ello.
Te propongo una reflexión: gobernar no es nada fácil y menos en momentos con situaciones económicas complejas. Una mayoría suficiente es imprescindible para gobernar, lo contrario sería muy perjudicial para nuestro futuro más inmediato. Los pactos, la participación ciudadana, el consenso… son ingredientes propios de la democracia, pero por sí mismos no sirven si no conducen a decisiones acertadas. Igual que en las recetas de cocina, no basta con buenos ingredientes, hay que saber tratarlos con inteligencia para obtener un gran plato.
Quiero dar las gracias a mi equipo de gobierno, que es magnífico, trabajador y con una gran preparación tanto profesional como humana. Y también a todos los trabajadores municipales, tanto funcionarios como personal laboral, que han trabajado con profesionalidad y lealtad durante toda la legislatura.
Por último, pido disculpas por los fallos y errores que haya podido cometer. Mi intención en la vida siempre ha sido hacer el bien y nunca el mal a nadie.
Si me quieres como Alcalde los próximos cuatro años, estoy dispuesto. De lo contrario, quedaré siempre agradecido y orgulloso porque una vez la mayoría de los manzanareños lo quisisteis.
Un fuerte abrazo para todos, y cuando digo para todos, es para todos.
