Cargando...Habiendo tenido conocimiento por mi familia residente en esa Ciudad en la que yo nací, de la Insana Intención de cambiar el nombre de la calle Alcalde Bonifacio Romero, que precisamente un Gobierno Municipal Socialista en su día otorgó, entiendo y considero una idea caciquil y descerebrada de algún individuo posiblemente de baja catadura moral e ignorante de las tareas llevadas a cabo por mi padre el alcalde Bonifacio Romero Cepeda durante su ejercicio como Alcalde.
Una muestra de la consideración que resalto en el párrafo anterior, es la copia literal del Pergamino otorgado a mi padre (que adjunto foto), firmado por Don Julio Maroto (maestro de Alcázar de San Juan, hombre; Respetado y Respetable, considerado hombre de Ideas Avanzados en el año 1952). Posiblemente «LOS NIÑOS DE HOY QUE MAÑANA SERAN HOMBRES» han enfermado colectivamente de pérdida de la memoria, de manera que algún joven de hoy, desconocedor de la verdadera Historia de Alcázar y de sus Alcaldes, no sepa que su propio padre o su abuelo aprendieron a leer (en las aulas) precisamente en aquellos años tan duros en los que el Alcalde Bonifacio Romero Cepeda construyó «EL COTO ESCOLAR SAN LORENZO» para que los hijos de los que no podían pagar colegios privados en aquellos años no estuvieran privados de la educación correspondiente.
Anécdotas como esta podría seguir relatando pero si la decisión está tomada, sé que no voy a evitar que retiren el nombre de mi padre a la calle en cuestión. Presumo y estoy seguro de ello, que el «cerebro pensante» que alumbró la idea de quitar a la calle el nombre de mi padre, ni sabe siquiera quien fue el Alcalde Bonifacio Romero Cepeda, y eso suponiendo, que es mucho suponer, que el tal «ideólogo» en cuestión sea natural de Alcázar de San Juan.
Apoyarse en la Ley de Memoria Histórica para intentar manchar o defenestrar el buen nombre de una persona querida y respetada en Alcázar de San Juan (mi pueblo) ese tipo de argucias solo las utilizan los individuos sin dignidad ni moral.
Un hombre bueno, con cuyo testimonio en varios Juicios de la Audiencia de Ciudad Real en aquellos años, evitó Penas de Muerte a ciudadanos de Alcázar, que, posiblemente, sin el testimonio de Bonifacio Romero Cepeda, hubieran sido condenados y eso los familiares de los penados lo saben bien, (eso sí que es memoria histórica)
Mi padre fue un hombre bueno y honrado en sus planteamientos e ideas y ante la duda, siempre y digo siempre, pensaba en el prójimo para ayudar en todo aquello que estaba a su alcance sin mirar nunca el color político o la forma de pensar de aquél al que ayudaba (hoy a esto le llaman solidaridad).
Estoy plenamente convencido que mi padre, a día de hoy, no hubiera utilizado como burladero y a hurtadillas la Ley de Memoria Histórica para quitar el nombre de una calle de su pueblo a un presunto oponente político. Entiendo y creo con absoluta seguridad, que precisamente cuando mi padre (en aquellos años) otorgó el nombre a la calle del Doctor Alberca Lorente, fue el motivo para que el Gobernador Civil le llamara a Ciudad Real en desacuerdo con el nombre de aquella calle, siendo éste el principio del fin del mandato del Alcalde Bonifacio Romero Cepeda y todo porque las ideas de mi padre, siempre fueron, y en aquellos tiempos difíciles también, resaltar los valores personales del ser humano independientemente del color político de sus ideas,
Sin otro particular, con el ruego de que reconsideren la posibilidad de dejar vigente el nombre de la calle Alcalde Bonifacio Romero y entendiendo que existen motivos históricos para que así sea, quedando a su disposición y a la de mi pueblo.
Bonifacio Romero Goldaraz
