FITUR, que se celebra en la Feria de Madrid, se ha consolidado como una de las mayores plataformas para dinamizar el negocio dentro del sector turístico. A esta cita ineludible, no podía faltar la representación de Castilla- La Mancha y País del Quijote, un ambicioso proyecto creado por los municipios de Alcázar de San Juan, Campo de Criptana, Argamasilla de Alba y El Toboso con la intención de presentar un paquete turístico común.
Mientras que Alcázar se presenta como la cuna de Cervantes, Campo de Criptana lo hace como escenario de la batalla contra los molinos de viento, Argamasilla de Alba como lugar donde Cervantes escribió gran parte de la obra y El Toboso como patria de Dulcinea.
Un proyecto que demuestra que los municipios de La Mancha tienen mucho que ofrecer y una forma de seguir activando la economía y el empleo a través del turismo. Un recorrido por la cuna de ‘El Quijote’ que ofrece un destino de interior de calidad y muy competitivo.
EL TOBOSO: CUNA DEL AMOR UNIVERSAL
Patria de Dulcinea y cuna del amor. El Toboso, villa donde Cervantes situó a la amada de Don Quijote, ha sabido sacar partido a las aventuras del Ingenioso Hidalgo, haciendo del turismo una de sus principales fuentes económicas.
Cuando el viajero llega a El Toboso se sumerge por completo en el capítulo IX de la Segunda Parte de El Quijote y recorre, a través de maravillosos textos quijotescos plasmados en sus fachadas, el que pudo ser el recorrido que don Quijote, en compañía de su fiel escudero Sancho, realizó en busca de su amada Dulcinea.
El turista hace así un viaje en el tiempo, disfrutando del encanto de un escenario único y particular y perdiéndose en las mágicas callejuelas toboseñas y rincones ocultos. La villa manchega destaca por su rico patrimonio arquitectónico y museos, pero también por su gastronomía propia de La Mancha y por el silencio y sosiego que se respira en cada una de sus calles.
Uno de los grandes encantos de esta pequeña localidad es su iglesia, conocida en la comarca como la Catedral de La Mancha de la que los toboseños se muestran muy orgullosos. Una fábrica de gran belleza del siglo XVI, de estilo gótico isabelino, y extraordinarias dimensiones, de ahí el nombre con el que popularmente se conoce.
También habría que destacar sus dos conventos de monjas, el de las clarisas y el de las trinitarias, éste último con una superficie de 9.000 metros cuadrados y una fachada de 100 metros, se le conoce como El Escorial de La Mancha, no sólo por sus dimensiones, sino por su estilo herreriano.
El Toboso, tierra de encantos y sosegado silencio, de rica gastronomía y gente cercana. El Toboso, pueblo orgulloso de su importancia en la historia de don Quijote, ya que es el sitio más citado con su nombre.
Media noche era por filo, poco más a menos, cuando don Quijote y Sancho dejaron el monte y entraron en el Toboso…





































































