El público pudo disfrutar con versiones de temas del cantaor granadino y con algunos de los ya clásicos del argamasillero
Acompañado de grandes músicos, entre los que destacó el buen hacer de Mari Cruz Fernández a la guitarra, y a través de diferentes palos flamencos, Moya interpretó conocidos temas a los que en su día puso voz Enrique Morente, y algunos, que aun siendo del maestro, han sido aderezados con un toque personal haciéndolos prácticamente suyos e imprescindibles en cada una de sus actuaciones, como le ocurre al tema ‘La estrella’.
A la tradición más pura de la voz acompañada por de una guitarra, según avanzó la noche se le fueron sumando más instrumentos, primero dos guitarras y un coro, luego una caja y finalmente un bajo eléctrico y una batería, un proceso que también se reflejó en el ritmo y en la evolución de los estilos, llevando a los espectadores por un viaje desde el flamenco más clásico y puro al más actual, siempre sin perder la esencia del que en 2010 fue declarado por la Unesco Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.





































































