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Hay muchas maneras posibles de contribuir de forma próspera al futuro, un futuro que nosotros ya no veremos pero sí quienes nos suceden. Una de esas contribuciones, al alcance de muchos, puede generar beneficios tan hermosos como la educación, la protección frente al maltrato y la explotación de los más pequeños, o la dignidad.
¿Alguna vez os habéis planteado hacer testamento? Es relativamente barato (unos 40 euros), con él se evitan muchos quebraderos de cabeza a los herederos y se puede cambiar a lo largo de la vida tantas veces como cada persona quiera. Además, con ese paso, podéis dejar vuestra impronta en la ayuda a los más desprotegidos.
Ese es precisamente el objetivo que plantea el testamento solidario de UNICEF. A través de él puedes decidir voluntariamente que una parte de ti, de lo que hiciste en vida, sirva para trabajar en favor de los niños y niñas más vulnerables; estarás además realizando una enorme contribución al desarrollo de un mundo más justo y dejarás tu huella fructífera en él.
En UNICEF no nos cansamos de repetir que invertir en la infancia es invertir en un futuro mejor para la humanidad. Invertir en la salud, educación y protección de los más pequeños frente a los conflictos, les convertirá en adultos saludables, formados y sin secuelas traumáticas, con lo que estarán en disposición de ayudar al desarrollo de sus países. Y es así como se avanza en positivo: consiguiendo que cada una de las personas que formamos nuestra sociedad esté preparada para dejar una huella que contribuya y que mejore la vida que encontró.
Con tu aportación, por pequeña que sea, cuando tú ya no estés, puedes conseguir que muchos niños y niñas lleguen a estar capacitados física y psicológicamente para dejar una preciosa huella a lo largo de su vida.
Piénsalo. Deja tu huella y reescribe el futuro, ahora.
Asunción Díaz del Río
Presidenta UNICEF Comité Castilla-La Mancha
