El Equipo de Atención Educativa Hospitalaria y Domiciliaria (EAEHD) subraya la importancia de crear un ambiente distendido y lúdico que ayude a estos menores a sobrellevar su enfermedad de la mejor manera posible.
El Aula Hospitalaria permanece abierta los días laborales de 9.00 a 14.00. Los fines de semana y periodos no lectivos son voluntarios de la Cruz Roja los que se encargan de cubrir las necesidades afectivas y sociales de los hospitalizados.
Los profesores David Garrido, Montserrat Corts, Carolina Pastrana y Alejandro Mediano recorren a diario las habitaciones en las que se alojan los nuevos pacientes para recabar datos con los que preparar los contenidos de las clases. Semanalmente se planifica el trabajo de cada uno de estos docentes y los próximos desplazamientos domiciliarios.
Y es que, tal y como explica David Garrido, responsable de la atención educativa en este Aula Hospitalaria, si bien la mayoría de los alumnos cumplen con sus obligaciones escolares en este centro sanitario hay otros niños que necesitan atención domiciliaria, es decir, que el profesor se desplace a la casa del menor a impartir las enseñanzas. De hecho, tres de los cuatro maestros que forman este equipo de docentes dedican su horario laboral a la atención educativa domiciliaria.
A tenor de las cifras recogidas en años anteriores, Montserrat Corts, maestra de Educación Primaria y coordinadora del equipo, pronostica que “unos 300 niños” recibirán clase en el Aula Hospitalaria La Mancha-Centro.
En la mayoría de casos, las estancias son cortas, “de uno a tres días”. “Tratamos que nuestros alumnos sigan aprendiendo pero también es muy importante que se diviertan, que conozcan a otros niños y que se olviden, en la medida de los posible, de su enfermedad”, subraya.
Motivar a estos escolares de entre 3 y 17 años, creando un ambiente distendido y lúdico en las clases, ayuda a disminuir o, incluso, eliminar “el estrés, la desmotivación, la angustia, el aburrimiento o la ansiedad” que podría aparecer durante el periodo de convalecencia.
Por esa razón se recurren a métodos didácticos que fomenten la creatividad, sin abandonar ese aspecto divertido que estos profesores tratan siempre de imprimir en sus enseñanzas. “Se trabaja alrededor de las fechas importantes que nos marca el calendario: Halloween, Navidad, Semana Santa, Día del Padre… Periódicamente también se organizan concursos literarios, de pintura, representaciones teatrales y visitas de colectivos profesionales como equipos deportivos, Policía Nacional y Correos”. En definitiva, lo que se intenta es que todas las actividades sean lo más entretenidas posibles, recalcan.
Mantener la continuidad del proceso educativo
Las puertas de la clase en el Hospital La Mancha-Centro permanecen abiertas los días laborales de 9.00 a 15.00 horas. Para los fines de semana y periodos no lectivos son voluntarios de la Cruz Roja los encargados de cubrir las necesidades afectivas y sociales que estos pacientes pudieran demandar.
Para mantener la continuidad del proceso educativo, el Equipo de Atención Educativa Hospitalaria y Domiciliaria (EAEHD) de Alcázar de San Juan está en permanente contacto con los maestros de los colegios donde están matriculados estos menores hospitalizados. Con esto se consigue que cuando termine el periodo de convalecencia el alumno pueda volver a la escuela al nivel académico exigido en ese momento. “Especialmente en el caso de estancias prolongadas –puntualiza Montserrat Corts-. Cuando un alumno va a estar hospitalizado más de una semana llamamos a su centro para que nos envíen el trabajo que quieren que desarrollemos con ellos”.
Del mismo modo, los centros escolares remiten al Hospital La Mancha-Centro las pruebas de evaluación para que, siempre que el estado de salud de los pequeños lo permita, los alumnos puedan realizar los exámenes en la propia Aula Hospitalaria.
En el caso de la atención educativa domiciliaria la coordinación es mucho más estrecha. “Es casi diaria a través del correo electrónico y también tenemos reuniones frecuentes con el responsable del centro educativo para tratar todas las cuestiones relacionadas con la atención del alumno: intercambiar información, comentar los trabajos realizados, planificar las actividades futuras y analizar la situación académica del estudiante”, explica. Todo este procedimiento se mantiene hasta que el alumno recibe el alta hospitalaria y regresa a la escuela.








































































