



Para la ocasión, la Virgen de la Salud lucía por primera vez el manto rojo que habitualmente luce en la procesión del Domingo de Ramos y que fue bordado por un grupo de mujeres de la Hermandad bajo la dirección del bordador local Jesús Díaz Hellín. El terno lo completaba saya blanca bordada en oro, fajín militar, cruz pectoral y rosario de nácar.
La Virgen colocada al pie de una escalinata se situaba más cerca de los fieles permitiendo mayor facilidad para que los devotos con movilidad reducida pudieran besar la mano derecha de la dolorosa.
Completaba el altar del besamanos un lienzo de la Inmaculada Concepción y diversas imágenes secundarias como dos Ángeles traídos de la Real Parroquia de San Ginés de Madrid.
El exorno floral consistía en dos jarras cónicas de rosas blancas y friso de clavel blanco con paniculata en la escalinta.
Con la asistencia de numerosos Hermanos, fieles y devotos y una Misa de Hermandad concluía este besamanos que viene celebrándose en nuestra localidad desde que fuera bendecida en el Convento de Santa Ángela de la Cruz un 8 de diciembre de 1997 María Santísima de la Salud.








































































