
Isabel, Charo y Rafaela, las tres personas que habitualmente acompañan a los turistas para ver y darles a conocer los detalles de la Cueva de Medrano han mostrado al alcalde, Pedro Ángel Jiménez su recelo a la hora de asistir a su puesto de trabajo, puesto que en los últimos días han percibido cambios de ubicación de los elementos que componen este espacio, sin que ninguna de ellas los haya movido previamente.
También se han podido apreciar en las paredes una especie de caras y sombras de personajes, que según los que lo han visto, podrían parecerse a los que inmortalizó Cervantes en el Quijote, obra de la que tuvo ocasión de escribir cuando estuvo preso en este lugar.
Especialistas en este tipo de fenómenos están empezando a analizar la situación para estudiarla en profundidad y ver a qué de se debe, pero de momento no hay explicación alguna, aunque sí un aumento del ya crecido interés que existe entre los turistas por visitar este lugar, ya que al aliciente de conocer la cárcel en la que estuvo Miguel de Cervantes, se suma ahora la curiosidad por ver los fenómenos extraños que se producen allí.





































































