
Jesús Lizcano es el encargado de administrar los fondos y propietario del 100% de las piezas expuestas que han sido “localizadas y conseguidas a lo largo de muchísimos años”, tarea que ha tenido un “trabajo ímprobo, económica e intelectualmente muy importante”, y como ha señalado, “esto no hubiera sido posible sin la ayuda y el patrocinio de una institución pública como el Ayuntamiento alcazareño”.
Según Lizcano, “no solo es un museo donde se expongan piezas muy estéticas y muy bien ambientadas, sino que es una forma de conocer a través de un elemento como es la cerámica las formas de vida de nuestros antepasados manchegos”.
Rosa Melchor, alcaldesa del municipio alcazareño, ha mostrado su agradecimiento a Lizcano ya que según la primera edil, “este museo no sería posible sin él”. En él se pone a disposición de los vecinos y visitantes “unas piezas que muestran cómo se podían hacer esos elementos y ver para qué servían, su desarrollo y evolución de la especie humana y los distintos usos que se les han dado”.
Un hecho que para la primera edil “refleja y fotografía cuáles eran las costumbres gastronómicas. Se puede decir que del propio Museo FORMMA podemos sacar con total claridad qué hacía la gente, qué hacían para vivir, qué comían y cómo se lo comían.








































































