El mencionado empresario fue detenido y puesto posteriormente en libertad con cargos como presunto autor del incendio, que podría haber estado causado por una venganza contra su cuñado, que algunas fuentes apuntan que está relacionado con la planta de reciclado de neumáticos que existe en Alcázar de San Juan.
Según El País, la Guardia Civil recibió la llamada de una persona que acusaba a su cuñado y también empresario, Javier R. de estar detrás del suceso. El denunciante añadía además que su cuñado, junto a un empleado «habían contratado, a través de un empresario de Alcázar de San Juan y otro de Valencia, a las personas que habían encendido el fuego que desató la catástrofe».
La persona que se puso en contacto con la Guardia Civil dijo sentirse amenazada y, tras un informe del Seprona, el juez le concedió la condición de testigo protegido, cuyas declaraciones llevaron a la Guardia Civil a trabajar para identificar a los autores del incendio en las dos personas señaladas, aunque la investigación no dio resultado, por lo que volvieron a interrogar al testigo protegido al que la Guardia Civil consideraba que «no tenía un testimonio veraz», como explica El País, que ha tenido acceso a ese documento policial.
«Falta de concreción y continuidad en lo manifestado sobre datos básicos, relevantes y esenciales» es lo que advirtió la Guardia Civil en el testigo protegido. Los investigadores observaron además que «tras la denuncia latía la animadversión clara que tenía hacia el marido de su hermana, de cuya empresa había sido despedido».
Los agentes destacan también que la investigación iniciada gracias a la identificación de un móvil que recibió llamadas en la zona del siniestro en las horas previas a que se descubriera el incendio y que era propiedad de su hermano Javier -el empresario que finalmente fue detenido y es por ahora el único imputado por el suceso de Seseña- reveló que hubo «connivencia» entre ambos sobre la denuncia contra el cuñado de ambos. Los agentes detallan que en las conversaciones telefónicas intervenidas se observaba como el ahora imputado daba indicaciones a su hermano sobre lo que tenía que declarar para inculpar al cuñado de ambos.
La Guardia Civil también considera relevante la existencia de «un fuerte conflicto familiar y también económico» entre él y su hermano con su cuñado, motivado por el «negocio ruinoso» de un vertedero también de neumáticos en Argamasilla de Alba. Por todo ello, los agentes concluían la persona que formuló la denuncia «era consciente y sabía que lo que estaba informado en lo relativo a la autoría del incendio sobre Javier R. y su empleado no era cierto», apunta este medio.
OTROS DATOS
Este es la información que publica este miércoles El País, que ayer miércoles apuntaba que los informes del Seprona incorporados al sumario del caso señalan a un empresario de Tomelloso (Ciudad Real), Javier M.P., por querer perjudicar a su cuñado y a su hermana con aquel incendio. La principal prueba contra él es su teléfono móvil, que lo sitúa en el lugar del suceso horas antes de que se detectasen las primeras llamas. Fue detenido a finales de mayo y, aunque el juez lo dejó en libertad, permanece imputado tras declarar.
La Guardia Civil sospecha que Javier M.P. no quería que la empresa de su familiar, el marido de su hermana, se beneficiara del tratamiento futuro de las ruedas de Seseña que la Administración estaba planificando, según se concluye de ese documento policial fechado el 16 de mayo e incluido en el sumario del caso, al que ha tenido acceso El País.








































































