La base que utilizan los pasteleros artesanos de Tradición 1892 es la receta tradicional de este dulce, al que no le faltan la sorpresa y el haba, pero tampoco se olvidan de añadir el mejor sabor al paladar con ricos rellenos de nata, trufa, cabello de ángel y algunos más a gusto del consumidor, aunque también se puede optar a disfrutar de todo el sabor de este dulce navideño sin rellenar.
El roscón de reyes es un postre que se consume desde tiempo inmemorial. Ya los romanos lo hacían aunque con forma de tortas redondas con higos, dátiles y miel, a la que en el siglo III se le introdujo el haba y quien se la encontraba era nombrado rey de reyes durante un corto período de tiempo, aunque la costumbre de introducir el haba en el roscón no siempre se ha mantenido. Se recuperó en el siglo XIX con el significado que conocemos hoy, que no es otro que a quien le toque el haba, también le toca pagar el roscón de reyes.
Actualmente la elaboración de este producto requiere de mucho tiempo y dedicación, ya que tal y como lo hacen en la Pastelería Tradición 1892 en la calle Canalejas de Alcázar de San Juan, requiere una atención que se prolonga más de ocho horas desde el momento en el que hace la masa madre hasta que está horneado.
La Pastelería ‘Tradición 1892’ tiene una amplia experiencia en hacer este dulce para el que primero se elabora la masa madre, que se deja reposar unas tres horas para que coja volumen y fermente. También lleva naranja y limón rayado, huevos, azúcar, azahar, ron, mantequilla y algún que otro secretillo; ingredientes que después se incorporarán a la masa madre de agua y harina. El siguiente paso es pesar las porciones, de distinto peso en función de los diferentes tamaños de roscones que comercializan. Se amasan de nuevo y se embolan y se dejan reposar un tiempo. Después hay que darle la forma de rosca e introducir haba y sorpresa. Los roscones se van depositando en bandejas con su nueva forma y, otra vez, ahora durante dos horas, vuelve a reposar la masa.
En el proceso de amasado, formado y reposado está la magia del roscón. Magia que transmiten los ingredientes, en su justo equilibrio para que sean después reconocibles en la boca, sin que ninguno de ellos prevalezca sobre el resto. Magia también en las manos que acarician y dan forma y en la fermentación propia de la madre, cambiando con cada paso, tomándose su tiempo. Tras bañarlo con huevo y decorarlo con fruta confitada, almendras y azúcar, el milagro finaliza después de media hora de cocción en el horno.
El roscón de reyes original no llevaba relleno, éste se añadió a mediados del siglo XX, complementando el dulce con nata, crema o cabello de ángel, rellenos considerados tradicionales a día de hoy, momento en el que también se puede elegir con un interior de trufa, turrón, crema catalana, café, mango, tiramisú… lo que se quiera. Luis Aurelio Cortés, propietario de esta pastelería familiar ha explicado a manchainformacion.com que en los últimos años han tenido encargos pidiendo roscones rellenos con diferentes sabores de frutas. En Tradición 1892 lo rellenan a demanda del cliente, que sólo debe hacer su encargo para tener el roscón relleno de lo que más le apetezca. Puede hacerlo en la calle Canalejas, 37-B de Alcázar de San Juan o llamando al teléfono 926 55 10 00.