Unas 650 mujeres han sido revisadas ya en el nuevo mamógrafo digital con tomosíntesis que se ha instalado en el Hospital La Mancha Centro de Alcázar de San Juan. Un recurso que aporta “una menor radiación”, a la vez que permite “una mejor exploración y más seguridad en el diagnóstico”, según ha señalado el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz en una visita para conocer este nuevo aparato.
El de Alcázar de San Juan es uno de los siete mamógrafos digitales con tomosíntesis que se han instalado en hospitales de Castilla-La Mancha, dentro del plan de renovación tecnológica del Gobierno de Castilla-La Mancha y fruto de la aportación de 15 millones de euros que hizo la Fundación Amancio Ortega para la región.
Fernández Sanz ha subrayado que este nuevo recurso “mejora las condiciones que teníamos antes”, puesto que tiene “menos radiación, permite una mejor exploración y da más seguridad en el diagnóstico de la mama” e “incluso más comodidad”, ya que “provocamos un acto único, porque si es necesario seguir interviniendo porque tenga una patología, se puede hacer aquí mismo en un solo acto”. Esto hace que “no sólo se mejore en el área diagnóstica, sino también en la del tratamiento del cáncer de mama”.
En Castilla-La Mancha en materia de cáncer de mama “estamos muy implicados”, ha dicho el consejero, que ha recordado que casi 80 mujeres se han beneficiado de no tener que recibir un tratamiento “agresivo” como es la quimioterapia para combatir su cáncer de mama, ya que el pronóstico y la intervención quirúrgica “han sido suficiente para no tener que recibir más tratamiento”.
El consejero ha señalado que “el cáncer es una enfermedad clave para nosotros” y ha anunciado que van a seguir invirtiendo en este área. En los dos últimos años “hemos invertido 8 millones de euros en renovación tecnológica y este 2018 el completo de inversión será de 13 millones, con lo que serán 21 millones en total”.








































































