
Un año más, el programa “Vacaciones en Paz” ha permitido que un total de 13 pequeños saharauis hayan disfrutado del verano en Alcázar de San Juan y su comarca. Una estancia que finalizaba este lunes tras ser despedidos por la alcaldesa alcazareña, Rosa Melchor, y la concejal de Cooperación al Desarrollo, Alba Castellanos, quienes los recibieron en el Salón de Plenos y les entregaron unos regalos por su partida.
Tras disfrutar de cosas tan sencillas como el agua corriente en los hogares o los baños en la piscina municipal, además de todas las actividades que cada año organiza la asociación de “Amigos del Pueblo Saharaui” para niñas y niños saharauis y sus familias de acogida, los pequeños vuelven al Sahara con una sonrisa. “Aunque se lo han pasado muy bien, tienen ganas de volver”, apunta Feli Romero, presidenta de la asociación alcazareña y promotora del programa “Vacaciones en Paz”. Un programa que como apuntaba “ha transcurrido con total normalidad y sin incidencias”. Asimismo, la presidenta de la asociación agradeció al Ayuntamiento alcazareño y a los medios de comunicación el apoyo prestado para conseguir difundir este programa y que nuevas familias se animaran a ser padres de acogida.
Por otro lado y tras la marcha de los pequeños, la asociación de “Amigos del Pueblo Saharaui” se prepara ahora para poner en marcha la caravana solidaria de recogida de alimentos que llevarán a cabo durante el próximo otoño. Feli Romero explicaba que, tras los recortes en ayuda alimenticia para el Sahara, se hace necesario emprender esta acción “porque lo poco que podamos dar hace mucho, sobre todo para ellos en las circunstancias en las que están”. La presidenta de la asociación aseguraba estar convencida que “llegaremos a los corazones de los alcazareños que siempre son solidarios”.
Por su parte, alcaldesa de la ciudad, Rosa Melchor, agradecía a las familias de acogida y a la propia asociación su compromiso con la causa saharaui. Destacando que “Alcázar es un ejemplo en muchas cosas, también en solidaridad. Alcazareñas y alcazareños demostramos con estas cosas que no olvidamos que hemos nacido en una parte privilegiada del mundo y que hay otras personas, como estas niñas y niños, que no tienen la misma suerte”. Asimismo, Melchor aseguraba que estos meses de convivencia con los pequeños saharauis “son una enseñanza de vida para las familias de acogida. Si el programa “Vacaciones en Paz” no existiera habría que crearlo”.








































































