Durante cuatro sábados consecutivos, del mes de diciembre, y con una duración de 32 horas, los alumnos han desarrollado actividades que priman la igualdad de oportunidades y de ocio y tiempo libre, como derechos de todas las personas. En él se han desarrollado, entre otras, las políticas de atención a la discapacidad, los recursos existentes y la actuación del monitor o monitora con las personas discapacitadas.
El curso ha contado con la “inestimable” colaboración de un gran número de voluntarios con distintas discapacidades, que han permitido a los futuros monitores realizar prácticas en situaciones reales.
La finalización ha llegado con la entrega de diplomas, que tuvo lugar en el centro ‘La Familia Sapo’, y una gran fiesta, con karaoke incluido, en la que participaron alumnos, voluntarios y monitores.





































































