“Ahora sí puedo decir, que la semana que viene verá la luz el libro de mi escritor favorito: Lorenzo Organero Manzanero, mi padre. Hace días partió hacia el arco íris, o, como él decía, a jugar al tute con San Pedro y San Pablo.”
No hay mejor carta de presentación que estas palabras que dedicó Ana Organero a su padre en redes sociales, para la puesta de largo del libro de poemas, “La importancia de rezar”, que ha realizado este escritor natural de La Villa de don Fadrique, y que ha sido publicado, aunque, por cosas de la vida, no ha podido ver entre sus manos, al haber emprendido antes su viaje hacia donde está el olimpo de los inmortales.
Porque no hay mejor manera de abrir la puerta a la inmortalidad, que la de Lorenzo Organero Manzanero con la publicación de este libro de poemas que, como asegura su hija, “son su historia, sus sentimientos y pensamientos, pero, sobre todo, son él y todo el amor que puso en ellos.”
El libro que se subtitula “Perdónalos Señor, aunque estos sí saben muy bien lo que hacen”, refiriéndose a los políticos, ha sido prorrogado por el arzobispo emérito de la Archidiócesis de Toledo, Braulio Rodríguez Plaza, sumándose así a la causa. Y del precio de la adquisición del mismo, ha querido el autor que un euro se dedique a la Asociación Española contra el Cáncer, porque “él era así, le gustaba siempre ayudar”.
Del título de esta publicación, el propio autor nos deja escrito al principio el por qué: “No sé si tendré razón, el REZAR no es la total solución, pero ayuda, vaya que si ayuda”.
LA POESÍA, LA CONSTANTE DE SU VIDA
Nacido el 28 de abril de 1949, licenciado en Ciencias Económicas, en la especialidad de “Estudios Financieros”, Lorenzo Organero Manzanero ha trabajado en la banca durante toda su vida, pero siempre ha cultivado su gran pasión que era la poesía, aunque fue desde su prejubilación cuando quiso exhibirla al mundo.
Con ese estilo fresco y desenfadado, pulcro y muy correcto, inspirado en grandes como José María Pemán, Gustavo Adolfo Bécquer o Jorge Manrique, porque un poeta nace, no se hace, alcanzó varios premios, empezando por su pueblo, La Villa de don Fadrique, en el afamado Certamen Fadriqueño de Narración Literaria y Poesía, donde obtuvo en el año 2015 su primer premio al poema “David, el Pastorcillo Feliz”, que compuso pensando en su nieto.
“Porque él era así, añadía su hija Ana Organero, cada celebración familiar, cada acontecimiento, lo correspondía con un poema, en los bautizos, las comuniones, las fiestas, la boda, los cumpleaños.”
A ese primer premio le siguieron otros, como el del Certamen Fadriqueño, otra vez, del año 2018, con “Mis conversaciones con el Stmo. Cristo del Consuelo, versión siglo XXI”, donde hace un repaso a la actualidad política y social en la que estamos inmersos.
Pero sin duda, la eclosión creativa de este genio fadriqueño, obtuvo su recompensa en el año 2019 con tres premios: Otra vez el de su pueblo de La Villa de don Fadrique, con “Hombre pobre, pobre hombre”; y el del III Concurso “Poema Escondido” de Segovia, donde fue uno de los diez poetas premiados de los casi 100 que participaron, en el aniversario del paso de Antonio Machado por la ciudad castellanoleonesa, en el que obtuvo un quinto premio finalista con el poema “Te amaré en secreto”, que habla del amor, de la amistad y de la soledad.
Y el colofón a ese año fue, sin duda, el premio en el 70 Concurso Internacional de Poesía y Narrativa “Premio a la Palabra 2019”, que organiza el Instituto Cultural Latinoamericano de Buenos Aires (Argentina), con “El pájaro triguero”.
Y así llega la publicación del libro de Lorenzo Organero Manzanero, “La importancia de rezar”, que estará a la venta en los principales puntos de venta de la localidad toledana, y de toda España, que se compone de 1.200 versos en trece poemas, entre ellos los premiados en los diferentes concursos mencionados.
Si publicar un libro es un sueño cumplido, recibirlo sus hijos como legado es una bella realidad, y, bien por un alarde del destino, o bien porque así lo quieren los cielos, el caso es que la vida ha querido que un poeta se vaya cuando ve la luz su obra, “un orgullo que salga a la calle su libro, aunque él no lo pueda ver,” como bien afirma su hija: “Hoy nos quedan sus poemas a nosotros, para llenarnos el alma un poquito más. Espero que si lo leéis, os apasione tanto como a mí.”
Sirva este artículo, en tiempos de pandemia, y porque no se puede celebrar de otra manera, a modo de homenaje, y humilde acto de presentación, a otro “héroe fadriqueño de las letras” que nos regala su arte con la publicación de este selectivo compendio de poesías realizadas durante toda su vida.