Para el único superviviente de aquella historia, Antonio Veciana, hacer este ruta le trae recuerdos de la aventura que vivió con su amigo Santiago Guillén a lomos de Dulcinea, la Vespa en la que dieron la vuelta al mundo, una hazaña en la que “eran necesarias tres cosas: tener la oportunidad, tener veinte años y la ilusión suficiente para hacerlo”, elementos que los dos aventureros reunían en aquel momento, por lo que “no haberlo hecho hubiera sido imperdonable”.
En la Sierra de los Molinos de Campo de Criptana (Ciudad Real) y tras visitar El Toboso (Toledo) en honor a esa Vespa llamada Dulcinea, en el trascurso de esa ruta con inicio y fin en Alcázar de San Juan (Ciudad Real), Veciana indicó que después de ver la película “La vuelta al mundo en 80 días”, “nos planteamos que si un inglés lo hacía en 80 días, un español y más manchego, tenía que hacerlo en 79 días” y consiguieron su propósito dos años después en 79 días y 20 minutos, exactamente.
La edad que entonces tenían y el contexto sociocultural de la España de la época, hacen en palabras del protagonista, que una experiencia de este tipo “te marque y te enseñe muchas cosas como el valor de la amistad, la posibilidad del esfuerzo, el sacrificio, la ilusión por conseguir cosas y te cambia el esquema de vida”. Con la perspectiva del medio siglo que ha pasado, Antonio Veciana asegura que aquella aventura le marcó doblemente, ya que su compañero falleció a los diez años de dar la vuelta al mundo cuando tenía treinta. Gracias a esta hazaña “sigo teniendo vivo el recuerdo de Santiago porque está vivo el recuerdo de la vuelta al mundo en 79 días y hay montones de experiencias y vivencias que hacen que aquello sea presente hoy, y eso es muy bonito”.
Esas experiencias y vivencias son parte del contenido que ha recogido el director alcazareño Raúl Fernández en el documental que ha rodado con motivo del 50 aniversario. Como profesional del mundo de la televisión y por su dedicación a hacer documentales, cuando conoció la historia de Antonio Veciana, gracias a la tercera edición de su libro, vio que “era una gran historia para poderla rescatar y hacerlo en forma de cine”.
El documental está hecho con fotos facilitadas por Veciana, algo de cine sobre la salida y la llegada que se hizo entonces y recreaciones “porque este documental se entiende si se piensa en 1962, una época en la que no había mapas, ni móviles, ni ninguna de las comunicaciones que hoy nos hacen fácil viajar, lo que hace que tenga fuerza el viaje”. Otro de los aspectos en los que se ha fijado el director del documental es en que además “es una historia de dos amigos, de compañerismo, un reto y una apuesta que termina con éxito”.
Según Fernández, el documental es “Made in La Mancha”, ya que se ha hecho con actores manchegos, con Marcos Galván como locutor, con música de Agustín Muñoz y muchas más personas de la zona que han colaborado en este proyecto que se presentó el sábado por la tarde en el Ayuntamiento de Alcázar de San Juan, aunque su director confía en que existan otras vías de difusión de la cinta por la que ya se ha interesado algún canal nacional, lo que considera que sería interesante de llevarse a término, puesto que “es un registro interesante que toca el mundo de las motos y que cuenta una historia que es tremenda”.
Por su parte la concejala de Turismo de Campo de Criptana, Alicia Pérez-Bustos que recibió a los participantes en la ruta en el Restaurante Las Musas de la Sierra de los Molinos agradeció la visita y felicitó tanto a Veciana como a Fernández, después de mostrar la disposición del municipio de estar abierto a acoger las actividades y proyectos que realizan tanto los lugareños como los visitantes, máxime si son para “hacer partícipes a los demás”.
En la ruta participaron aficionados al mundo de las motos, de la Vespa en muchos de los casos, de Alcázar de San Juan, Campo de Criptana, Tomelloso, Miranda de Ebro (Burgos) y Extremadura. La organización corrió a cargo de Marcos Galván.





































































