El Conservatorio Profesional de Música de Alcázar de San Juan y Campo de Criptana ha celebrado este 20 de noviembre en su sede de Alcázar su festival de Santa Cecilia en una edición especialmente significativa tras haber recibido el Premio a la Excelencia Educativa de Castilla-La Mancha. Al acto han asistido el delegado provincial de Educación, José Jesús Caro; el concejal de Educación de Alcázar de San Juan, Antonio Moreno; y la concejala de Educación de Campo de Criptana, Gema Carrillo, quienes han acompañado al director del centro, Eusebio Fernández-Villacañas, en una jornada que ha sido inaugurada destacando la importancia de esta celebración tanto para el alumnado como para el propio conservatorio.
Durante el evento se han entregado los diplomas al alumnado que finalizó las enseñanzas elementales el pasado curso y, posteriormente, se ha ofrecido un recital a cargo de los estudiantes que obtuvieron matrícula de honor en enseñanzas profesionales. El director ha señalado que «esta semana es un momento especial para todos los que nos dedicamos a la música» y ha expresado su agradecimiento por el apoyo institucional, recordando que el Conservatorio cuenta con 440 alumnos y se ha consolidado como uno de los centros con mayor proyección de Castilla-La Mancha.
Fernández-Villacañas ha subrayado además el esfuerzo del profesorado y el compromiso de las familias, indicando que «este premio no es solo un reconocimiento al centro, sino al trabajo colectivo que sostiene día a día el avance educativo». El director ha matizado que la amplia procedencia del alumnado, que abarca toda la comarca de La Mancha Centro, refleja la confianza creciente en el proyecto pedagógico del Conservatorio, que continúa creciendo en matriculación y oferta formativa.
El delegado José Jesús Caro ha añadido que «el Conservatorio demuestra que la educación pública es capaz de generar espacios de talento y de convivencia donde el alumnado no solo aprende música, sino que crece como persona». También ha matizado que el reconocimiento regional «es el resultado de un trabajo sostenido en el tiempo y de un profesorado comprometido», insistiendo en que el centro «ha logrado situarse como un referente por su capacidad de proyectar la educación musical más allá de las aulas».
Caro ha destacado igualmente la dimensión social del proyecto educativo, remarcando que «la música aquí se entiende como una herramienta de cohesión, participación y desarrollo comunitario». En este sentido, ha señalado que los programas impulsados por el Conservatorio «ponen en valor la cultura como motor de transformación, abriendo puertas a la ciudadanía y ofreciendo oportunidades de crecimiento artístico en igualdad de condiciones».










































































