Esta era la propuesta que los ciudadanos aportaran tantos alimentos no perecederos que los costaleros no fueran capaces de levantar el Paso por el peso y así ha sido. A mitad del recorrido ha sido necesario descargarlo todo y con ello se ha llenado una furgoneta. Pero lo más emocionante ha sido que a continuación se ha vuelto a llenar con el doble de lo que tenía. Y no sólo eso, sino que cuando los costeleros han vuelto a su Casa de Hermandad, había todavía numerosas personas más esperando para aportar sus kilos solidarios.
A ello no sólo han contribuido los alcazareños, también personas de otras localidades vecinas como ha sido el caso de los miembros de la Banda de cornetas y tambores Cristo de la Elevación de Campo de Criptana (Ciudad Real), que es la que acompaña habitualmente al Resucitado, que han traído 100 kilos de patatas.
Se han contabilizado alrededor de 1.500 kilos, que son “los kilos que de verdad importan”, como los costaleros lo han denominado, y ya tienen destino. Los llevarán a los conventos de las Hermanas de la Cruz y las Concepcionistas, a la Residencia de ancianos Santa Marta y a Cáritas.
A Cáritas también irá el dinero recaudado en las huchas que llevaban en los zancos del Paso, 350 euros aproximadamente. Esta institución será beneficiaria además de la reducción del número de flores que tendrá el Paso del Resucitado este año siguiendo las directrices del Obispado de Ciudad Real. La diferencia con respecto a otros años se destinará a esta ONG para contribuir a sus fines solidarios.