Estos dos motivos han sido suficientes para que pocos criptanenses se quedaran en casa en esta mañana de domingo y para que ciudadanos de otras localidades se acercaran a la vecina Villa de los Molinos para participar en la Procesión de la Borriquilla que ha salido de la Iglesia del Convento acompañada de numerosos devotos, especialmente muchos niños portando palmas y ramas de olivo.
Aunque la peculiaridad que más llama la atención en este día en Campo de Criptana es la subasta de los Pasos. Para quienes no conocen esta tradición, pudiera no entenderse, pero metidos en el ambiente de Semana Santa de este municipio se puede descubrir que aquí los Pasos se llevan en andas por cuadrillas. Son éstas las que subastan los Pasos y cada uno de sus miembros abona la cantidad que le corresponda por llevar su anda. Este dinero va destinado a la Hermandad titular del Paso en cuestión y se utiliza para la financiación de la misma.
Esta circunstancia que hace diferente la Semana Santa de Campo de Criptana respecto de otras fue uno de los motivos, entre otros muchos, que le hicieron valedora de la Declaración de Interés Turístico Regional.