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El debate sobre la constitución de Cinco Casas como una entidad municipal independiente surgió en el año 2004. «Entonces funcionábamos como una pedanía, como un barrio de Alcázar de San Juan» -comentaba Julián Villar, representante del PSOE en esta localidad. «En sus 100 años de historia, Cinco Casas nunca ha tenido una delimitación territorial o un término municipal definido, ni estatus jurídico. Se abrió el debate para abrir las negociaciones, con el ayuntamiento de Alcázar, y constituirnos como EATIM para poder gestionar nuestros propios recursos. Se convocaron diferentes asambleas vecinales con este fin. En 2007, se hizo una recogida de firmas -como decía la ley- que no llegó a registrarse porque existía el firme compromiso, del que era entonces el equipo de gobierno del ayuntamiento de Alcázar, que si, tras consultar a los vecinos, querían por mayoría que se constituyera la EATIM; sería el propio ayuntamiento el que tomaría la iniciativa. En el mes de octubre se hizo una consulta popular, con un resultado de 301 vecinos a favor y 69 en contra; y se comenzó el proceso».
Villar dijo que le sorprendía que «los vecinos que, entonces, ponían en duda la EATIM, porque pensaban que no sería bueno para Cinco Casas; son ahora los que apoyan la modificación del término». Quiso recordar, también, que él defendió siempre que en la delimitación territorial había que incluir hectáreas rústicas, «cuando muchos vecinos dudaban que Cinco Casas pudiera tener algo más allá del propio término. Quiénes me acusan ahora de haber robado Ha. a Cinco Casas y me tachan de mentiroso, no hicieron nada para defender la constitución de la EATIM. El mismo alcalde de Cinco Casas, nunca ha encabezado nada».
En cuanto a las declaraciones de PP y CxA, en las que reiteran que «no se informó debidamente a los vecinos», Villar asegura que «es mentira. El proceso de constitución fue, en todo momento, informativo y transparente, con las dos comisiones que se crearon para ello».
Explicó que, en el momento de delimitar el término de Cinco Casas, «se siguió lo que marcaba la ley de la administración local de 1991». El epígrafe que se adaptaba al caso específico de Cinco Casas -que no era un antiguo municipio y nunca había tenido límites territoriales o régimen jurídico- era el que hacía referencia a los núcleos urbanos y rurales, sobre la base de edificaciones existentes en un núcleo de población, que fueran de aprovechamiento vecinal; «ahí es donde entra el decreto de colonización que tanto ha mencionado Ángel Montealegre. Nosotros conocemos y estudiamos, en su momento, toda esa documentación, que hace referencia al Sector II -correspondiente a Cinco Casas y a las 3.500 Ha. sobre las que debía actuar el Instituto de Colonización. Pero de esas 3.500 Ha., se exceptuaban tierras del sector de regadío que no eran necesarias o que no se pudieron expropiar; dando, finalmente, un resultado de 2.468 Ha. . Esto es algo que saben todos los agricultores de Cinco Casas y son datos que se encuentran en el Ministerio de Agricultura. En esos datos fue en los que nos basamos para la delimitación del término. ¿Se podían haber metido más hectáreas?. Puede que sí; pero lo que se pretendió es hacer algo lógico; porque nos arriesgábamos a que la EATIM no se autorizase o se eternizase el proceso y más, en un momento, en el que Bruselas proponía reducir la diversificación de la administración local de España. Lo importante no era el término, era conseguir poder gestionar nuestros propios recursos que, en 100 años, nunca se había hecho».
Villar dijo «sentirse orgulloso» de lo que se hizo y piensa que «se está haciendo una utilización política de Cinco Casas, por el ‘cabreo’ de una persona -haciendo alusión a Montealegre- con el que entonces era su partido. Se está intoxicando el funcionamiento de la EATIM y deteriorando las relaciones vecinales. No podemos hacer proyectos juntos y nos encaminamos hacia un futuro incierto».
