Ambos condenados son de nacionalidad rumana, por delitos de homicidio (quince años de prisión), pertenencia a grupo criminal (dos años) y por robo con violencia e intimidación en casa habitada (cinco años).
Los hechos ocurrieron en la madrugada del 3 de diciembre de 2011 cuando le propinaron una paliza a un pastor, ocasionándole la muerte, mientras que el otro pastor que le acompañaba en la finca, resultó herido.
Asimismo, han sido condenados a indemnizar con 4.725 euros y 873,73 euros al pastor herido y con 120.000 euros a los familiares del fallecido.
Junto con el resto de condenados, los acusados integraban un clan dedicado a robar, principalmente en zonas rurales del centro de España, para la posterior venta de los objetos o su remisión a Rumanía.
Los otros nueve acusados, también de nacionalidad rumana, aceptaron en la primera sesión del juicio una condena de un año de prisión por integración en grupo criminal y de otro año por receptación.