Según la moción socialista, que no contó con el apoyo del grupo popular, la ubicación del ATC aprobada en Villar de Cañas por el gobierno de la nación el pasado 30 de diciembre (al que irán a parar los residuos que la energía nuclear genera en nuestro país, principalmente uranio), no traerá ningún beneficio a la comarca, sino todo lo contrario, “pondrá en peligro el laborioso trabajo de muchos municipios para atraer turismo rural, echando por tierra las decenas de negocios, casas rurales, hoteles, restaurantes, etc.. que en torno a esta actividad han aparecido en los últimos años”.
Además, el texto señala que “gran parte de la producción agrícola y ganadera de calidad se verá afectada al perder prestigio y ponerse en entredicho su origen, productos como el ajo morado, el cordero manchego, las cebollas, el queso manchego, el azafrán o los vinos de Uclés, La Mancha, de la Manchadla o de Rivera del Júcar”.
Por otra parte, los socialistas resaltan también que esta zona de la provincia se ha destacado en la última década por la instalación de energía renovable, una apuesta que ahora se verá truncada con el ATC, “convirtiendo la provincia de Cuenca en el vertedero del país”.
En este sentido, el alcalde de Pedro Muñoz, José Juan Fernández, manifestaba que los socialistas entienden que el desarrollo de nuestra región debe pasar por las energías renovables y por sectores como el turístico o el gastronómico, una concepción opuesta a la del PP que defiende la energía nuclear para Castilla-La Mancha.
Finalmente, la moción pone de manifiesto la postura clara e inequívoca del PSOE defendiendo el desmantelamiento del sector cuando acabe la vida útil de las centrales nucleares. Y recuerda las manifestaciones y muestras de protesta de diversos colectivos, grupos, partidos políticos, sindicatos y asociaciones de la región, agrupadas en una Plataforma contra el cementerio nuclear en Cuenca. Al igual que las Cortes regionales tienen emitido un pronunciamiento contrario a la instalación de un ATC en nuestra comunidad autónoma.