El presidente de la Diputación provincial de Ciudad Real, Nemesio de Lara, ha inaugurado esta mañana la carretera CR-7221, de la CR-721 a la CM-4106, conocida como «La Golondrina», que facilita las comunicaciones desde El Robledo y Porzuna hasta la vía que une Piedrabuena con Arroba, por lo que ya no es necesario pasar por Ciudad Real debido al deficiente estado que presentaba.
Se trata de una carretera que hasta la realización de la obra tenía un ancho de entre tres y cuatro metros y no estaba pintada. Su estado era deplorable en algunos tramos y era bastante utilizada hasta que se hizo intransitable. Ahora la carretera tiene un ancho de siete metros, ha sido pintada y adecentada, por lo que se logra una considerable mejora si se tiene en cuenta que facilita la circulación desde El Robledo hacia Piedrabuena y Luciana. Los alcaldes de la zona presentes en la inauguración, como es el caso de la de El Robledo, Alicia Ruiseco, el de Porzuna, el diputado provincial Raimundo Garrido, y el de Piedrabuena, el vicepresidente de la Diputación José Luis Cabezas, han precisado que el tráfico ha aumentado considerablemente desde que concluyeron las obras.
Se ha acometido una actuación de envergadura, según ha precisado De Lara, puesto que ha supuesto una inversión real de casi tres millones de euros. El presidente de la institución provincial ha destacado, en este sentido, que la Diputación de Ciudad Real hace todo lo que puede siempre dentro de sus posibilidades presupuestarias porque en tiempos pasados ahorró, por eso es la institución provincial más saneada de España, según la página web del ministerio. Y ha añadido que durante 2012 van a invertir en carreteras en la demarcación ciudadrealeña el doble que la Junta y el Estado juntos.
En cuanto al trazado, se han adecuado todas las curvas en planta y el alzado según la normativa para este tipo de vías de intensidad de tráfico más reducida, pero que garantizan una seguridad en la conducción y comodidad muy por encima de lo existente hasta la fecha.
Otro aspecto a reseñar es el drenaje tanto trasversal como longitudinal. Se han renovado y ampliado todas las obras de fábrica en coordinación con la Confederación Hidrográfica del Guadiana, y en todos y cada uno de los cauces que atraviesa la carretera a lo largo de 16’4 kilómetros.
Un aspecto que se ha tenido muy en cuenta es el impacto ambiental ya que es parte de un Lugar de Interés Comunitario (LIC). Además, todos los materiales se han extraído de las zonas que hay junto a la carretera, lo que ha generado durante las obras grandes desbroces y socavones que han sido totalmente restaurados, quedando la vía integrada en el paisaje.